Hola a todos,

Los dejamos en Rurenabaque. Los caminos en el interior de Bolivia, y particularmente los que están en la zona del Beni, son casi sinónimo de Aventura, ya que como son de tierra y poco transitados si llegas a tener una falla mecánica es poco probable que puedas conseguir ayuda en este sentido en el mismo día. El avance hasta la frontera fue lento, en parte porque queríamos dosificar la suspensión y por otro lado así nos asegurábamos de que llegaríamos, pero en algunos tramos debíamos acelerar ya veíamos nubes de polvo adelante, señal de que teníamos a un camión (circulan muy pocos carros por allí) avanzando en la misma dirección. Desde que entrabamos a la nube de polvo hasta que lográbamos pasar el camión variaba en la velocidad de este o en si era de día o de noche, pero casi nunca nos tardábamos menos de quince o veinte minutos manejando a prácticamente con 2 o 3 mtrs de visibilidad mas allá del capot. De verdad que era todo un desafío de destreza y coraje avanzar sabiendo que en cualquier momento te vas a topar con un posible vehículo que venga en sentido contrario (o alguien en moto/bicicleta) y tengas apenas decimas de segundo para esquivarlos.

El polvo se presenta de manera más denso a medida que te acercas al camión o autobús que tengas adelante y se concentra como si fuera un “túnel” entre la vegetación a ambos lados del camino. Ese “túnel” puede llegar a medir dos o tres km, y mientras no logras pasar ese vehículo te mantienes dentro de él, manejando casi a ciegas, con la angustia de no poder ver los bordes del camino y por ello, no puedes ubicarte si estas en el canal contrario o en el tuyo. Una noche estuvimos casi veinte minutos manejando “a ciegas”, de alguna manera yo “sabia” que estaba muy cerca del camión, o autobús, no sabía que era pero producía mucho polvo, pero no veía sus luces de presencia, y se me ocurre encender las luces del techo (estas cuando están activas parecen un estadio) y me sobresalto porque me percato que estaba a menos de dos metros detrás de un autobús, que no tenia luces atrás, y logre verlo porque las luces del techo de la Montero al estar arriba alumbraron el techo del autobús, más abajo ya no se veía nada por la cantidad de polvo que salía desde las ruedas del mismo. Eso de pasar los camiones sin ver nada de lo que esta adelante sí que producía adrenalina, tanta que cada vez que pasaba terminaba bañado en sudor y con los brazos tensos de tanta presión en el volante. Al momento de querer acampar, solo nos salíamos del camino principal, rodábamos dos o tres km más adentro hasta que ubicábamos un claro donde poder parar y armar carpas. Si había fuerzas hacíamos un arroz o pasta acompañada una sabrosa Lata de Atún, y si había mucho cansancio comíamos solo el atún. Por eso es que rebajamos durante las expediciones, je.

En la frontera con Brasil, se encuentran dos pueblos hermanos que están separados por un rio, se llaman de igual manera y se habla distinto idioma en cada uno. Se llaman Guayara-Mirin en el lado Boliviano y Guajara-Mirin en el lado Brasilero.

Después de hacer la aduana en Brasil, trámite que se puede tardar hasta el día siguiente, ya que ellos no reconocen el Carnet de Pasaje de Douane que expide el Touring Club Internacional, y se debe procesar una Importación Temporal que se entrega en el siguiente paso fronterizo al salir del país, enrumbamos hacia Porto Velho, ubicado a unas 5 o 6h. En esta zona de Brasil, al igual que en Bolivia, no se cuantifica el tiempo de manejo en base a la distancia en Km si no en función del tiempo que toma para cruzarlo dadas las malas condiciones de la vía, que si bien está asfaltada, tiene muchos “Buracos” (huecos en portugués).

Dato curioso, en P.Velho no es posible conseguir quien te cambie dólares. La casa de cambio de funcionaba allá fue cerrada por el gobierno porque especulaba con el valor de la divisa. Para quienes no saben, les toca regresar a Bolivia en unos pequeños botes que sirven de “carrito por puesto” fluvial, para cambiarlos allá por Reais y regresar para poder seguir.

De este lado debemos cambiar el idioma, le digo a Daniel, así que ahora solo te hablaré en portugués y con acento brasilero. Si una persona que hable portugués con acento (ej. de Lisboa) conversa en Brasil, lo entienden pero se percatan enseguida que no es de allí y además existen muchos modismos para decir o describir algunas cosas en Brasil que en Portugal no existen o se dicen de manera diferente.

En nuestro camino hacia P.Velho nos encontramos con la manifestación de los vecinos de una pequeña comarca que protestaban porque el gobierno local los tenía abandonados, por ello trancaron el camino con troncos y cauchos incendiándose. Allí estuvimos hasta que anocheció, casi 5h parados, hasta que vino el ejercito el libero el paso, mientras tanto las personas que estaban trancadas con nosotros se tomaban fotos con nosotros, según ellos, pertenecíamos a un “Rally”.

Llegamos en la madrugada a P.Velho, buscamos donde pernoctar sin tener éxito, todos los hoteles estaban llenos. Le digo a Daniel, sabes qué, voy a pedir a uno de los hoteles que nos deje dormir en el estacionamiento. Dicho y hecho. Al rato estábamos abriendo carpas en la parte trasera de un estacionamiento, y, mañana es otro día. Soy participe que hay que agradecerle a Dios, todo, por lo menos teníamos un lugar seco y seguro para dormir, y eso se agradece.

Al día siguiente compramos agua como para unos 7 días, la razón de ello radica en que íbamos a intentar cruzar la “mítica” Br 319. Es una carretera que fue construida en los años setenta, pero después fue dejada al abandono dado que en sus 885km no tenía casi poblados y pocos se aventuraban a adentrarse en la selva sin tener adónde acudir en caso de necesitar auxilio, aparte de que debían llevar reservorios para gasolina ya que solo había un sitio donde vendían gasolina y no siempre tenía. Ya a finales de los ochenta solo era usada por el ejército y por las cuadrillas de Embratel (telefónica de Brasil) para dar mantenimiento a las estaciones repetidoras que aún funcionan allá, en cada 40km de esos 885 se encuentra una, y esas cuadrillas son las que se encargan de reconstruir los puentes de madera (hay más de 30) cuando los ríos los destruyen en una crecida. En nuestro paso por esta ruta en la expedición del 2002 tuvimos que reconstruir 3 pasos de puentes.

El reto a superar en esta expedición estaba en el hecho de que nos íbamos a meter solos y una vez allá dentro, si algo nos pasaba no tendríamos a quien acudir en busca de auxilio. Para quienes lean esto y vivan en Venezuela por ej. se trata de ir desde Caracas hasta San Cristóbal por un camino que casi se lo ha tragado la selva, donde solo hay dos pequeños caseríos, donde no hay manera de conseguir gasolina, donde no se ve a otro carro (o casi nunca se ve), donde no hay casi nadie en al menos 680km, solo selva y solo ruidos de animales cuando acampas en la noche, al punto que a los “Primerizos” les cuesta dormir en las primeras noches. Si no es época de lluvia se tardan dos días y medio, y si llueve no se sabe cuánto tardas, en el 2002 tardamos 5 días en cruzarla.

Nos adentramos en ella a baja velocidad, como si le estuviéramos pidiendo permiso, respeto si le tenemos, y sabemos que a veces todo puede ir muy bien y de repente o nos encontramos con un puente desecho o la endeble estructura de otro, puede sucumbir ante el paso de un vehículo, se sabe que esto ha pasado muchas veces, por ello le dije a Daniel “vamos a estar solos y a la voluntad de Dios avanzando por la selva durante dos o tres días, seamos respetuosos con este entorno, avancemos despacio pero sin parar”. Durante esos días no vimos prácticamente a nadie, pasamos por varios puentes que daban la idea de que se caerían cuando montáramos la Montero encima, llovió muy poco y el camino está plagado de huecos haciendo el avance muy lento, pero lo importante fue que llegamos a Castaño, pequeña población donde se toma la balsa para llegar a Manaos. En esta corta travesía fluvial se ve un fenómeno único en el mundo, el rio Solimoes de agua marrón cargada de sedimentos se encuentra con las aguas oscuras del rio Negro pero no se mezclan enseguida, avanzan juntos por cientos de km hasta unirse completamente, de esta confluencia nace el rio más largo de planeta, el rio Amazonas.

Pasamos frente al famoso Teatro de la Opera de Manaus, sobreviviente de la opulencia en la que vivió esta ciudad a finales del siglo 19, de camino hacia la carretera que va hacia Boa Vista, eran las 2pm y el termómetro marcaba 40grds de temperatura. Le dije a Daniel, si tenemos chance de llegar a la entrada de la Reserva Indígena “Waimiri Atroari” antes de que tranque el paso (6pm) no me parare si no cuando lleguemos a la frontera con Venezuela, y así fue.

Llegamos en la madrugada a la frontera y debimos esperar a que amaneciera para pasar a nuestra querida Venezuela, que tendrá los problemas que tenga, pero cuando estamos lejos de ella solo añoramos con regresar, para poder disfrutar de sus bellezas de paisaje, nuestra comida, nuestro gentilicio, los nuestros, y algo que quienes viven en Venezuela no perciben tanto pero quienes salgan a recorrer el mundo en vehículo si extrañan, y es la gasolina casi regalada que tenemos acá. Solo un pequeño ejemplo, todos los días se forma una cola inmensa en la frontera del lado brasilero, para que ellos puedan reabastecerse de combustible en la bomba PDV que está ubicada en toda la línea fronteriza, lo hacen pagando precio internacional a BsF 1.8 el Ltr, ya que ellos deben pagar BsF 8.84 por un Ltr de gasolina si la compran a los precios normales en Brasil, imagínense pagar BsF 707,00 por 80ltrs para llenar el tanque de la Montero, como lo hicimos muchas veces.

Nos quedaremos unos días aquí en la Gran Sabana, terminando la producción del video de esta expedición, que se podrá ver en Febrero en cinco programas que serán transmitidos por X-perience Tour en Fox Sports, pero llegaremos a Caracas para coincidir con la inauguración para la prensa de la Exposición Expo Aventura el Jueves 05 de Noviembre y estaremos hasta el Domingo 8, expuestos y compartiendo con todos los que se acerquen a nuestro stand, con la estrella de esta expedición, la Mitsubishi Montero Limited, que por segunda vez consecutiva completo una expedición sin requerir de ninguna reparación o ajuste, pasando por los terrenos más duros y difíciles de Suramérica.

Mención de honor debemos hacer también para el lubricante PDV PDVSA que probamos y que resistió miles de km de caminos polvorientos sin dejar de proteger nuestro motor, por ultimo pero no menos importante, destacar que usamos los mismos cauchos Goodyear MT/R que recorrieron desde Turquía a China, cruzando toda Mongolia,en mas de 20.000km y que lograron superar otros 17.000km de las rutas más difíciles de América. Ya estos cauchos y la Mitsubishi Montero tienen historias que contar.

La Lap Top T61 de Lenovo es definitivamente una maquina de batalla, increíble, aguanto de todo, polvo, vibraciones, golpes, y nunca dejo de funcionar.

Les agradecemos a todos ustedes, su gesto de Buena Vibra, de Buen Corazón al enviarnos tantos mensajes llenos de Buenos Deseos. Gracias de todo Corazón!! Esperamos ver a algunas de las personas que nos enviaron mensjs, para agradecerles en persona por tan bonito gesto.

Todos pueden ver el avance de la expedición en el mapa de tucarro.com, gracias al emisor de señal satelital Spot.

Esta expedición no sería posible sin el apoyo de empresas que valoran nuestro esfuerzo y creen en la difusión de nuestra filosofía ecológica.
Tenemos una Sola Vida y un Solo mundo, cuidemos ambos.

Lubricantes PDV, a Computadores Lenovo, Mitsubishi Motors Venezuela, Goodyear, tucarro.com, Guantes Mechanix, Max Light, Carpas Anaconda, quaterdeck, AgroIsleña, Ironman, al Ministerio del Poder Popular para el Deporte y el IND, Globalstar y su emisor de señal satelital Spot, Expo Aventura Venezuela 09, Alfer, Revista Ruta`s, ORC Bolivia, 4x4on-line.com, al Touring Automóvil Club de Venezuela, a Alta Ruta 4x4 Perú, a Libertador Hotels, Resorts & Spas en Perú, y a Hoteles Camino Real en Bolivia.

Quien les escribe, Rui Mendes y Daniel Herrera, se despiden hasta la próxima Expediciòn,

Abrazoss a todos….