Aprender Meditar Para Llegar Al Padre Divino

Descripción

Aprender a meditar para llegar al Padre Divino


El hombre nació como criatura esencial para adorar al Creador. Con el paso del tiempo nuestra alma asimila el pecado y nos volvemos podridos, impuros, cargados con el peso de las tinieblas. El pecado es todo lo que está en contra de la Torá, sea adulterio, profanación del Shabat, codicia, envidia, celos, odio, etc. Con el paso del tiempo, estos pecados construyen un ropaje alrededor de nosotros llamado Quiplot o piel de serpiente por la Cábala. A lo largo de la vida acumulamos varios Quiplot o pieles de serpiente. Cuando meditamos vamos arrancando estas pieles de serpiente y descubriendo nuestra verdadera naturaleza que surgio para adorar al Creador y para reinar con él en los mundos y dimensiones del cosmos. Para eso es importante meditar de 5 a 10 minutos cada día, pues solo con el tiempo vamos quemando nuestras pieles de serpiente y conociendo lo divino cada vez más profundamente. La meditación nos ensena los grandes secretos del universo y nos libra de nuestras pieles de serpiente alcanzando la luz divina. Las pieles de serpiente también pueden ser llamadas de velo o Sephira de la Cábala. Cuando meditamos vamos a retirar los velos y evolucionando poco a poco para alcanzar el trono del Creador. El trono de Kether es la décima Sephira, la mente del Creador. Cada velo o Sephira que vamos a retirar nos acerca al Creador, nos acerca a la fuente de la luz divina. Este es el camino del cabalista, meditar para encontrar lo divino, para entrar en los palacios celestiales y con el tiempo convertirse en uno con el Padre divino. Cuando nos sumergimos en este mar de luz conseguimos en todas las cosas, pues todo vino del y todo volvera para el. El es la esencia de toda la existencia.