Cómo asegurarte de que los juguetes didácticos sean efectivos en el aprendizaje

El juego es un momento único en el que se pueden conocer muchas cosas de una persona. Por ejemplo, qué le divierte, qué le gusta y qué no, o bien, generar nuevos aprendizajes, sobre todo en la infancia.

Los

juguetes

didácticos son herramientas fundamentales en el desarrollo infantil, porque no sólo proporcionan entretenimiento, sino que ayudan a los niños a adquirir nuevas habilidades y conocimientos.

Es por esto que, al elegir los adecuados, padres y educadores pueden facilitar el aprendizaje de una manera divertida y efectiva. En este artículo, te vamos a contar cómo elegir los juguetes que ayuden a mejorar el aprendizaje de los más chicos.

Para jugar, no hay formas ni elementos únicos. Desde una caja de cartón, a un balde lleno de bloques, puede servirnos para fomentar la imaginación y crear un juego en algo muy sencillo. En los últimos años, se intentaron incorporar algunas opciones más didácticas, que están diseñadas específicamente para promover el aprendizaje y el desarrollo de habilidades en los niños.

Un juego didáctico puede ser desde rompecabezas hasta

juegos de mesa

educativos y kits de ciencias. El objetivo de los mismos es que las infancias puedan desarrollar habilidades de pensamiento crítico, resolución de problemas y creatividad, además a facilitar la interacción con sus pares y promoviendo la cooperación.

Los juegos didácticos, también ayudan a desafiar sus propios límites motrices, e invitan a seguir sumando nuevas habilidades que les puedan servir en su día a día. Es por esto que es fundamental tener en cuenta los siguientes aspectos para elegir el correcto:

Para poder elegir el juguete didáctico adecuado, es fundamental descubrir cuáles son los aspectos que pretendemos promover. Es por ello que es importante tener en cuenta algunos parámetros, como por ejemplo la edad, las habilidades y los intereses, entre otros.

Para definir cuál es el juguete didáctico adecuado, es crucial considerar la edad y la etapa de desarrollo del niño. Los juguetes que son apropiados para un niño de tres años pueden no ser los mejores para un niño de siete años.

En función de esto es que existen algunas recomendaciones para considerar antes de tomar una decisión:

Conocer los intereses y habilidades del niño es esencial para seleccionar juguetes que realmente capten su atención y fomenten su desarrollo, de lo contrario, podrían aburrirlos.

Para poder identificar estos intereses y habilidades existen diversas estrategias:

Existen cientos de opciones que pueden responder a todo lo mencionado anteriormente. Sin embargo, es importante conocer cuáles son los indicadores para determinar si estamos frente a un buen juguete didáctico.

Un buen juguete didáctico equilibra la diversión y el aprendizaje. Para ello, cuenta con determinadas características, como por ejemplo, es interactivo, necesitando de una participación activa del niño; y estimula la diversión, ya que le resulta atractivo y hace que juegue constantemente con él.

Un ejemplo de este tipo de juguetes es el robot Xtrem Bots Andy, que es un juguete en el que se puede programar, promoviendo la curiosidad, la lógica y el razonamiento; a partir de una propuesta interactiva y entretenida.

Para que el niño pueda divertirse sin preocupaciones, es fundamental tener en cuenta la calidad de los materiales con los que está construído y su durabilidad. Esto garantizará la permanencia en el tiempo, y dará seguridad a la familia de que pondrá en peligro a quien lo esté manipulando.

También, es importante que no sean tóxicos, y no cuenten con bordes afilados, o no sean lo suficientemente robustos para la actividad que promueven. Por ejemplo, los Bloques Magnéticos

Magnific

Con Ruedas 21 Piezas son un ejemplo de este tipo de juegos didácticos duraderos que pueden acompañar durante muchos años, e incluso generaciones a las familias.

Es fundamental que los juguetes didácticos sean adaptables a otros usos y maneras de jugar, con el objetivo de fomentar la creatividad y el aprendizaje continuo.

Para ello es esencial que respondan a varias necesidades y edades. Por ejemplo, en el caso de los bloques de construcción, pueden estar recomendados para determinada edad, pero lo concreto que que interpela a cualquier persona; y pueden servir para hacer una estructura compleja, o más bien algo simple.

¿Cómo determinar si un juguete didáctico será divertido? La respuesta es sencilla: observa cómo el niño lo usa, y si realmente lo está disfrutando; evalúa si realmente está avanzando en el uso de ese juguete; y por último, escucha su percepción sobre el uso de este juguete.

Es decir, es importante que puedas determinar si el niño está siendo interpelado por este juguete, si lo utiliza varias veces, si lo disfruta, y pasa horas y horas con el mismo objeto; y también si lo desafía a seguir conociendo nuevas propuestas a pesar de contar con los mismos elementos.

Finalmente, es importante tener en cuenta su opinión y la de quienes lo rodean en ese ámbito distendido: conocer su experiencia con el juguete, si responde realmente a sus necesidades o le aburre, serán los indicios que te ayuden a determinar si sigue siendo efectivo ese juguete.

Para poder sumar estos juegos en el día a día de los niños, es importante establecer pautas que organicen y permitan que el juego se desarrolle con normalidad y sin interrupciones. Es por esto que es primordial determinar momentos del día y espacios para potenciar las propuestas de los juegos didácticos. Esto no sólo será funcional para el juego en sí mismo, sino para reforzar rutinas y espacios seguros donde desarrollar cada una de las propuestas.

Por otra parte, es importante que la familia y los adultos que acompañan esas infancias se involucren en el proceso de aprendizaje. Será muy difícil que un niño por sí mismo tenga los recaudos para no poner en riesgo su integridad física sin la supervisión de un adulto, por ejemplo, en un juego de ciencia, por lo que será crucial el acompañamiento y las advertencias necesarias para entender las limitaciones en cada propuesta.

Además, este tipo de iniciativas contribuirá a pasar tiempo de calidad juntos, reforzando los lazos vinculares de los pequeños.

La llegada de algo nuevo, siempre requiere de un momento de adaptación, exploración y desarrollo de cada propuesta. Los juguetes no están exentos a ello, por lo que es importante considerar determinados puntos que contribuirán a mejorar estas etapas.

Es importante que los juguetes didácticos que formen parte del día a día respondan a las necesidades vigentes de cada infancia. Para poder mantenerlos frescos y emocionantes, una estrategia puede ser la rotación de los mismos. Para eso, podés dejar a mano aquellos con los que esté jugando regularmente, y guardar aquellos que puedan interesarle en otro momento. De esta forma, siempre tendrán algo nuevo por conocer, evitando el aburrimiento y cuidando tu bolsillo.

Otra opción es readaptarlos, es decir, transformarlos en algo que pueda responder a sus intereses actuales, por ejemplo en el caso de los bloques, que sirvan para construcciones más complejas. O bien, tener en cuenta a la hora de comprar nuevos, aquellos que sean para varias edades, como por ejemplo, los kits de ciencia, o juegos de mesa.

Poder determinar si un juguete didáctico es ideal para un niño es una tarea muy difícil, ya que depende de diversos factores, y puede ser clave para el desarrollo infantil. Conocer necesidades y habilidades del niño, te ayudará a elegir juguetes de calidad y versátiles, que luego de observar y evaluar su efectividad, podrán determinar si vale la pena o no elegir este tipo de juguetes.

Los juguetes didácticos no solo son una fuente de

, sino también una herramienta poderosa de aprendizaje Gracias a esto, los niños podrán desarrollar habilidades valiosas que les servirán a lo largo de su vida.