Si tenés un
para usar durante tu embarazo que te incomoda pero no lo querés perder, no te preocupes, acá vas a encontrar una guía detallada para ajustarlo y seguir disfrutándolo.
El embarazo es una etapa maravillosa, pero también puede presentar desafíos únicos en términos de vestimenta. A medida que tu cuerpo cambia, es importante que te sientas cómoda y segura con lo que llevas puesto.
Ajustar tus propios
<a id="search-term-link" href="https://listado.mercadolibre.com.ar/vestidos">vestidosde maternidad no solo es una opción económica, sino que también te permite personalizar tu estilo y adaptarlo a tus necesidades.
En esta guía, te enseñaremos cómo ajustar un vestido para embarazada por tu cuenta, desde la elección del material hasta técnicas de ajuste y personalización.

Materiales necesarios para ajustar un vestido para embarazada
Antes de comenzar, es crucial que tengas a mano todas las herramientas y materiales necesarios. A continuación, te dejamos una lista de lo que necesitás.
Herramientas básicas
Una de las herramientas más importantes es una cinta métrica, ya que te va a permitir tomar las medidas exactas y asegurarte de que el ajuste quede perfecto. Las tijeras de costura son otro elemento indispensable, ya que garantizan cortes precisos y evitan que la tela se deshilache. Las tijeras tipo sastre de Milwaukee son ideales.
Además, vas a necesitar aguja e hilo del mismo color del vestido. Si el vestido está hecho de una tela elástica, lo ideal es usar hilo de poliéster, que es más resistente y se adapta mejor al movimiento.
Si contás con una máquina de coser, como la M3505 de Singer, el trabajo va a ser mucho más rápido y las terminaciones más profesionales, especialmente en ajustes más grandes. También es importante tener a mano alfileres o clips de costura, que te permitirán sujetar las zonas a ajustar antes de coser, y una tiza de sastre para marcar las modificaciones de manera precisa.
Materiales adicionales según el tipo de ajuste
Si el objetivo es ampliar el vestido, probablemente necesites tela adicional que combine en color y textura con el diseño original. Una forma práctica de hacerlo es añadir paneles laterales que brinden más espacio para el abdomen.
Para un ajuste más adaptable, podés incorporar elástico suave, como el elástico de embutir de Texcint, especialmente en la cintura o la espalda, lo que hará que el vestido se ajuste a medida que el cuerpo cambia.
En el caso de querer hacer el vestido más funcional para la lactancia, los botones o cierres son una excelente opción. También podés usar entretela si necesitás reforzar ciertas zonas, como los hombros o el escote, para mejorar la estructura del vestido.
Consejo
Asegúrate de elegir un vestido que sea fácil de ajustar. Los vestidos hechos de materiales como algodón, viscosa, o aquellos que contengan elastano son ideales debido a su flexibilidad y comodidad.
Ajustes del vestido para embarazada
Si querés darle una nueva vida a un vestido de embarazada, ajustándolo para que se adapte mejor a tu cuerpo, lo más importante es hacerlo de manera prolija y planificada.
Acá te mostramos cómo hacerlo paso a paso, desde la preparación hasta el resultado final, para que el proceso sea lo más sencillo y efectivo posible.
Preparación del vestido
Lo primero que tenés que hacer, es probarte el vestido para identificar las zonas que necesitan ajustes. Puede ser que quieras ensancharlo, agregar elásticos o simplemente acortarlo. Parate frente a un espejo y prestá atención a cómo se adapta a tu cuerpo.
Usá una tiza de sastre para marcar los lugares donde querés hacer modificaciones. Si necesitás agrandar el vestido, marcá los laterales o las costuras principales, mientras que para achicarlo, podés señalar las zonas que sobran.
Una vez que tengas todas las marcas hechas, extendé el vestido sobre una superficie plana y medí las áreas a ajustar con una cinta métrica. Esto te ayudará a calcular cuánta tela adicional podrías necesitar o cuánto deberás recortar. No te olvides de dejar un margen de seguridad de 2 cm para evitar que quede demasiado justo.

Desarmar y preparar la tela
El siguiente paso es desarmar las costuras que vas a modificar. Usá un descosedor o una tijera pequeña para abrir las costuras de forma cuidadosa, evitando dañar la tela. Si vas a ampliar el vestido, buscá una tela que combine y cortala según las medidas necesarias para crear paneles laterales o agregar espacio en el abdomen.
Si tu idea es reducir el vestido, podés cortar el exceso de tela, pero siempre dejando un margen de al menos 2 cm para rehacer las costuras. Si trabajás con una tela elástica, asegurate de usar una puntada especial que permita que la prenda conserve su flexibilidad.
Coser y ajustar
Una vez que tengas todo listo, empezá a coser las modificaciones. Si tenés máquina de coser, el proceso será mucho más rápido, pero también podés hacerlo a mano, siempre manteniendo puntadas firmes y parejas. Si agregaste paneles laterales, uní las piezas nuevas con la tela original y reforzá las costuras para que resistan el uso diario.
Si tu objetivo es hacer el vestido más cómodo y adaptable, una buena idea es colocar elásticos en la parte trasera o debajo del busto. Para esto, cortá el elástico a la medida deseada y coselo estirándolo suavemente mientras lo fijás a la tela. Esto permitirá que el vestido se ajuste a medida que tu cuerpo cambia durante el embarazo.
Prueba final y ajustes adicionales
Cuando termines de coser, probatelo nuevamente para verificar que el ajuste sea el correcto. Movete, sentate y asegurate de que te sientas cómoda. Si notás que alguna costura quedó tirante o floja, hacé los ajustes necesarios.
Aprovechá este momento para revisar también el largo del vestido y ver si necesitás hacer alguna corrección adicional.
Por último, planchá las costuras para que queden prolijas y tengan un acabado más profesional. Si todo está en orden, ¡felicitaciones! Lograste ajustar el vestido y darle una nueva vida, adaptándolo perfectamente a tus necesidades.
Consejos adicionales para ajustar un vestido de embarazada
Además del paso a paso, hay algunos consejos prácticos que te van a ayudar a lograr un ajuste perfecto y asegurarte de que el vestido sea cómodo y funcional durante todo el embarazo. Estos detalles marcan la diferencia entre una simple modificación y una prenda que parece hecha a medida.
Elegí telas adecuadas
Si vas a agregar tela para ampliar el vestido, tratá de usar materiales similares al original para evitar diferencias en la caída y textura.
Las telas elásticas o suaves como el algodón, la viscosa o el jersey son ideales porque se adaptan al crecimiento de la panza. Si el vestido es de una tela más rígida, podés combinarla con paneles de tela elástica para mayor comodidad.
No te olvides de la comodidad
El ajuste perfecto no es solo cuestión de estética, también tiene que ser práctico. Asegurate de que el vestido no quede demasiado ajustado en zonas clave como el abdomen, el busto y las caderas.
Dejá siempre un margen adicional para evitar que te apriete, especialmente en los últimos meses del embarazo. Si podés, usá elástico en la cintura o en la espalda para darle más flexibilidad.
Prestá atención a las costuras
Si estás trabajando con telas elásticas, lo mejor es usar una puntada zigzag o una puntada elástica para evitar que las costuras se rompan al estirarse la tela. En el caso de las telas más rígidas, reforzá las costuras en las zonas de mayor tensión, como los costados o el bajo busto.
Hacé pruebas constantes
No te quedes con una sola prueba. A medida que avanzás con el ajuste, probatelo varias veces para asegurarte de que el vestido vaya tomando la forma que querés. Movete, levantá los brazos, sentate y caminá para comprobar que la prenda no te limite.
Detalles finales
Si querés darle un toque especial al vestido después del ajuste, podés agregar detalles como cinturones ajustables, lazos o botones decorativos. También podés aprovechar para adaptar el escote o agregar aberturas laterales si buscás mayor frescura o practicidad para la lactancia.

Un vestido como nuevo
Ajustar un vestido para embarazada por tu cuenta no solo es una manera de ahorrar dinero, sino también de expresar tu estilo personal durante esta etapa especial. Con las herramientas adecuadas y un poco de paciencia, podés transformar cualquier vestido en una pieza cómoda y chic que te acompañe durante todo el embarazo.
Acordate siempre ser cuidadosa y probar el vestido después de cada ajuste para asegurarte de que se adapte a tus necesidades cambiantes.