Cómo Dijo Cristo La Primera Misa, P. Meagher

Descripción

"La gente del mundo mira con asombro la Misa, y a menudo dice: «¿Qué significa esta forma de culto divino? ¿De dónde vienen estas ceremonias? ¿Por qué se encienden velas durante el día? ¿Por qué los sacerdotes llevan vestimentas tan peculiares? ¿Por qué no ofician en una lengua que el pueblo pueda entender?».
El católico a veces se dice a sí mismo: «La Misa proviene de la Última Cena. Pero, ¿decían Cristo o los Apóstoles la Misa como el sacerdote o el obispo de nuestro tiempo? ¿Siguió Cristo aquella noche alguna forma de culto? Si lo hizo, ¿dónde se encuentra? Desde antiguo la Iglesia utilizó el Ordinario de la Misa, pero desconocemos su origen».
Muchas preguntas surgen en las mentes de las personas, preguntas a las que no encuentran respuestas. Una opinión común sostiene que Cristo dijo la primera Misa en la Última Cena según una forma breve de bendición y oración, luego consagró el pan y el vino, dio la Comunión a los Apóstoles y predicó el sermón que trae el Evangelio de Juan. Cuando los Apóstoles decían Misa, recitaban algunos Salmos, leían las Escrituras, predicaban un sermón, consagraban el pan y el vino, recitaban el Padre Nuestro y luego daban la Comunión. En la edad apostólica los santos añadieron otras oraciones y ceremonias. Después, Papas y Concilios desarrollaron aún más los ritos, compusieron nuevas oraciones, y durante la Edad Media la Misa creció y se expandió hasta convertirse en la elaborada Liturgia y Ceremonial de nuestros días.
Pero estas opiniones son erróneas. Desde el principio la Misa se decía según una larga Liturgia y con ceremonias que diferían poco de las de nuestro tiempo. Después de la era apostólica no se hizo ninguna adición substancial; lo que hicieron los antiguos Papas fue de menor importancia: revisiones y correcciones. Poco se añadió al Ordinario de la Misa transmitido desde los tiempos de Pedro, fundador de nuestra liturgia latina.
Ninguna ceremonia pagana formó nunca parte de la Misa. A través de los santos hombres del Antiguo Testamento, Dios mismo reveló las formas, ritos y ceremonias del culto divino, y todos ellos fueron combinados y resumidos en la Última Cena. Pero, ¿en qué consistió la Cena? Los cuatro Evangelios mencionan la fiesta, pero no entran en la materia. La Biblia, los escritores hebreos y las historias de la época nos dicen que la noche en que fue traicionado, el Señor celebró con sus Apóstoles la fiesta que los hebreos llamaban Pascua, mencionada ciento diecisiete veces en la Sagrada Escritura como Pascha, Phase, Ácimos, Pan sin levadura, etc.
Todo judío desde su juventud celebraba la fiesta cada Pascua; incluso los paganos podrían haber aprendido su historia y significados, y los escritores de los Evangelios no consideraron oportuno llenar sus escritos con sus detalles. Sólo mencionan palabras, actos e incidentes de la Última Cena que no pertenecían propiamente a la Pascua.
Alrededor del cordero que profetizaba la crucifixión, y del pan y el vino que anunciaban la Misa, desde tiempos inmemoriales, el Espíritu Santo, por medio de los profetas, había reunido una larga serie de ceremonias y numerosos objetos que recordaban la historia del pueblo de Dios. La consagración del pan y el vino transformó estas sombras, emblemas, tipos y sacramentales de la religión hebrea en la substancia que tan maravillosamente habían predicho. Por lo tanto, los Apóstoles no vieron nada nuevo ni extraño cuando Cristo transformó la antigua Pascua en la Misa" (Prefacio).

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