Gel Crema L´oréal Paris Revitalift Ácido Hialurónico X 50 Ml Momento de aplicación Día/Noche Tipo de piel Pieles mixtas a grasas

Excelente producto, a mi esposa la rejuvenecio como minimo 30 años.

Llevo usándolo unos días nada más y siento que da un tono más uniforme en la piel, sin brillo y por ahora no causa más acné, que es un gran logro (tengo piel mixta y sensible). También empezó a disminuir el tamaño de los poros. Tiene un perfume hermoso y no se si es mucho producto o no, pero para aplicar se usa extremadamente poco así que va a durar bastante. Es genial, totalmente recomendable.

Tengo 34 años. Pensé que al usarla me iban a volver a pedir dni para entrar a los boliches para mayores de 18. No pasó. La decepción hermano.

Me encanta! empecé hace poco a cuidar mí piel, había arrancado con nivea rose care, pero no me gustaba el perfume de vieja que te dejaba y también me ponía más grasosa la cara. La de loreal la siento mucho más ligera y absorbe re bien, se siente un toque refrescante, la voy a seguir comprando! dato: ayer aprendí de un dermatólogo que la piel de las axilas es sensible como la del rostro y que si las quieren aclarar hay que hidratarlas y hasta ponerse sérum. Así que cada vez que hago mí rutina de skin care también lo aplico en axilas, de esta crema ocupo solo una gotita en cada axila y es suficiente, es muy rendidora. Tanto la piel de mí cara como la de mis axilas, cuello y escote mejoró mucho con esta crema :).

Gel l’oréal ácido hialurónico: una tragedia moderna. Todo empezó como un gesto romántico. Vi el gel l’oréal ácido hialurónico en el supermercado, prometiendo juventud eterna en un frasco brillante. Pensé: “esto le va a encantar a mi señora”. Y, al principio, todo fue óptimo. Me agradeció, su piel lucía más luminosa, y yo hasta zafé de lavar los platos por una semana. Pero luego. Todo se salió de control. Día 1: su piel estaba más suave, lo noté al darle un beso de buenas noches. Todo bien, pensé, este producto es un éxito. Día 5: algo raro empezó a pasar. Su rostro brillaba tanto que tuve que bajar la intensidad de las luces del comedor. Hasta el carnicero del barrio le hizo un descuento “porque sí”. Día 10: ya no era mi esposa. Bueno, era ella, pero no ella. Su piel estaba tan perfecta que los vecinos me preguntaron si la había cambiado por una modelo de catálogo. Cada vez que me acercaba a abrazarla, resbalaba como si estuviera cubierta de cera. Día 15: la situación se volvió insostenible. La gente en la calle la miraba con admiración (o envidia). Incluso el perro del vecino, que siempre le ladraba, ahora le meneaba la cola. Día 21: me llamaron de mi trabajo. Mi jefe, que la vio en el súper, le ofreció mi puesto. Ya no puedo competir con ella, pero peor aún: creo que estoy empezando a perderla. ¿conclusión? si querés regalarle este gel a alguien, hacelo bajo tu propio riesgo. Yo, en cambio, estoy pensando en usarlo yo mismo. Tal vez así logre estar a su altura.