Imagen de San Ivo 20 con pintura a mano con el Patrón del Patrón de los Abogados y Patrón Color

Descripción

IMAGEN DE SAN IVO
ALTURA 20 CM
ANCHO 9 CM
LONGITUD 6 CM
HECHA DE YESO
COLOREADO

HISTORIA DE SAN IVO

Infancia
Nacido el 17 de octubre de 1253, cerca de Treguier, en la Baja Bretaña, Francia. Su nombre, Yves Hélory (Helori o Heloury), era hijo de Lord Helory de Kermartin y Azo Du Kenquis. Era una familia de la pequeña nobleza, con una educación refinada y cristiana.

Cuando terminó sus primeros estudios, fue enviado en 1267, a la edad de 14 años, a la Universidad de París, donde estudió teología y tuvo la oportunidad de ser alumno del gran y famoso Santo Tomás de Aquino.

Juventud y estudios
Participó con San Buenaventura en varias conferencias aprendiendo el espíritu franciscano, luego se fue a Orleans en 1277, donde se especializó en Derecho Civil y Derecho Canónico, y más tarde regresó a Bretaña.

La profesión de abogado
Fue asesor jurídico y juez eclesiástico. Trabajó como juez episcopal en 1280 en la archidiócesis de Rennes, la capital del ducado de Bretaña, durante cuatro años, y luego regresó a Tréguier. Se ocupó de todo tipo de litigios: contratos, herencias y casos matrimoniales, excepto los procesos penales.

Sacerdote y abogado
En 1824, fue ordenado sacerdote por invitación de su obispo, y continuó trabajando como abogado y juez, multiplicando sus actividades, ya que en aquella época todavía se permitían varias actividades al sacerdote y muchas personas acudían a él. Obtuvo el título de Abogado de los pobres por su defensa inflexible de los desfavorecidos, e incluso construyó un hospital donde ayudó a atender personalmente a los enfermos, ya que era un fraile franciscano.

Vida de oración
Me gustaría pasar una noche despierto comiendo solo pan y agua. Esas noches las pasaba estudiando y orando, pero también salía a buscar a los más necesitados para predicar, guiar y ayudar a los más pobres con su dinero. Con esto, Ivo se ganó el respeto y la admiración de todos.

Muerte
San Ivo de Kemartín (como también se le conocía) murió a los 50 años por causas naturales el 19 de mayo de 1303. Está enterrado en la catedral de Tréguier, donde es objeto de devoción de los fieles hasta el día de hoy.

Canonización
En el año 1347, a petición de los obispos y las autoridades civiles, tras un proceso de investigación llevado a cabo por el Vaticano, el Papa Clemente VI, con la solemne bula del 19 de mayo, firmada en Aviñón, proclama a Ivo inscrito en el catálogo de Santos y Confesores y es venerado como Santo de la Iglesia Católica. Su celebración se celebra anualmente el 19 de mayo.

Representación
La iglesia de Sant'Ivo Alla Sapienza en Roma (Italia) está dedicada a San Ivo.

Su imagen está representada con una bolsa en la mano derecha por todo el dinero que ofrecía a los pobres, y un papel envuelto en la otra, por su posición como abogado y magistrado. Otra representación del santo es entre un hombre rico y un hombre pobre.

Legado para la humanidad
La creación de la Institución de Abogados para los Pobres, como la actual Oficina del Defensor Público, se inspiró en San Ivo, quien siempre defendió las causas de los pobres, los viudos y los desfavorecidos. Por este motivo, en varios países, en la fecha de su muerte, se celebra el Día del Defensor Público. La Constitución brasileña, en su artículo 134 y párrafo único, fue una de las pioneras en establecer la Oficina del Defensor Público en el mundo, haciendo realidad, de cierta manera, el sueño de San Ivo.

Devoción
En Brasil hay una reliquia de San Ivo, donada por el obispo de Saint-Brieuc en Tréguier al obispo de Santa Maria en Rio Grande do Sul. Está en la capilla en honor al Santo, en la cripta del Santuario de la Medianeira de Todas las Gracias, con el altar inaugurado el 19 de mayo de 1986, un lugar de peregrinación para muchos fieles y muchos abogados de Brasil.

Es el patrón de los abogados, dedicando toda su vida a la defensa de los pobres y débiles contra los poderosos, ganándose el respeto de todos. Una de sus grandes frases fue:

Júrame que tu causa es justa y la defenderé gratuitamente.

Oración a San Ivo:
Glorioso San Ivo, lirio de la pureza, apóstol de la caridad e intrépido defensor de la justicia. Ustedes que, viendo en las leyes humanas un reflejo de la ley eterna, supieron combinar maravillosamente los postulados de la justicia y el imperativo del amor cristiano, vigilaron, iluminaron y fortalecieron a la clase jurídica, a nuestros jueces y abogados, a los cultivadores e intérpretes de la ley, para que en sus enseñanzas y decisiones, nunca se alejaran de la equidad y la rectitud. Que amen la justicia para consolidar la paz; ejerzan la caridad, para que reine la armonía; defiendan y apoyen a los débiles y desprotegidos, para que, después de todo interés subordinado y de todo afecto humano, puedan hacer que la sabiduría de la ley triunfe sobre las fuerzas de la injusticia y el mal. Míranos también a nosotros, glorioso san Ivo, que queremos copiar tus ejemplos e imitar tus virtudes. En el trono de Dios, ejerce tu misión de abogado y protector, para que nuestras oraciones reciban una respuesta favorable y podamos sentir los efectos de tu poderoso patrocinio. Amén.