La Guerra Cristera: Historia Y Legado Del Gran Levantamiento Religioso En México (spanish Edition), De Charles River Editors. Editorial Oem, Tapa Blanda En Español

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Libro: La guerra cristera: historia y legado del gran levantamiento religioso en México (Spanish Edition)

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La guerra cristera de México es el último gran movimiento armado de un país que durante cien años vivió revolución tras revolución. Ignorada durante décadas, por mucho tiempo se le mostró un corolario indeseado de la Revolución Mexicana, una especie de anomalía que no armonizaba con la narrativa oficial.
La Revolución Mexicana de 1910 a 1920 produjo una admirable reforma social y agraria, pero creó un estado autoritario. La victoriosa clase revolucionaria cayó en excesos e intentó poner a las instituciones religiosas bajo un control estricto, posiblemente incluso suprimir la religión. Para lograrlo, el presidente Plutarco Elías Calles implementó la política anticlerical y ordenó cerrar monasterios y escuelas religiosas, deportó arzobispos, ordenó la muerte de sacerdotes, el arresto de monjas, y declaró que la siguiente fase de la Revolución sería la revolución de las mentes.
Esta persecución produjo uno de los episodios menos conocidos de la historia moderna de México: la guerra, también conocida como la Cristiada, que por varios años afectó el centro del país. Comenzó en 1927 y terminó oficialmente dos años después, aunque continuó de manera latente durante casi una década más. Fue una rebelión de los más pobres que estuvieron dispuestos a tomar las armas por defender su libertad espiritual ante un gobierno que había declarado, en términos prácticos, ilegal a la religión. Los ejércitos de pobres nunca obtuvieron apoyo financiero de potencias extranjeras.
Los gobiernos revolucionarios a lo largo del siglo XX a menudo intentaron suprimir la religión. En México, los generales también se fueron radicalizando ideológicamente, y para la década de los 1920, con el cierre de algunos templos y la confiscación de bienes de las iglesias, la religión católica sufrió un ataque con el objetivo de someterla o aniquilarla.
Cuando la Iglesia decidió suspender el culto como protesta, la rebelión de los campesinos no se hizo esperar. Los guerrilleros tomaron un nombre: cristeros. Decían pelear y estar dispuestos a morir en nombre de Cristo Rey. Entre ellos había campesinos, sacerdotes, niños y mujeres que servían de espías y formaban brigadas. La cúpula de la iglesia católica en México se deslindó de la lucha armada, significando que los cristeros estaban por su cuenta. Pero el clero inferior seguía celebrando misas y bautizando en secreto, arriesgando la vida.
La presión internacional, especialmente de Estados Unidos, fue lo que llevó al gobierno de México a negociar con los líderes católicos para poner fin a la persecución. Ignorada durante décadas, muchos historiadores no prestaron atención a la Cristiada y la menospreciaron calificándola de movimiento de fanáticos.