



Leche Deslactozada Zero Lactosa La Serenisima
Características del producto
Características principales
Marca | La Serenísima |
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Otros
Formato de la leche | Líquida |
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Volumen neto | 1.000 L |
Peso neto | 1 kg |
Peso de la unidad | 1 kg |
Unidades por envase | 6 |
Descripción
Pack por 6 unidades!
Producto sin T.A.C.C. apto para celiacos
La Serenísima Zero Lactosa es una leche totalmente deslactosada, liviana, de fácil digestión que cuenta con todos los beneficios nutricionales de la leche como el calcio y las proteínas. Además, se caracteriza por mantener el sabor, la calidad y la frescura de los productos La Serenísima.
La lactosa es un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y en otros productos lácteos. El cuerpo necesita una enzima llamada lactasa para digerir la lactosa. La intolerancia a la lactosa se presenta cuando el intestino delgado no produce suficiente cantidad de esta enzima, para esos casos se recomienda consumir productos deslactosados.
Para muches de nosotres, la leche no sólo es una necesidad nutricional, también es un gusto. Si disfrutamos de quesos, helados, pasteles, yogurt, chocolates, cremas, pizzas napolitanas y más, la leche es invitada principal en tales preparaciones.
Sin embargo, existe un alto porcentaje de personas, unas 30 millones en Estados Unidos según el Centro Nacional para Información Biotecnológica, que presentan la enfermedad llamada intolerancia a la lactosa. Ésta ocurre cuando el sistema digestivo de una persona es ineficaz para digerir el azúcar presente en la leche o lactosa.
Gracias a la leche sin lactosa, quienes padecen este problema pueden seguir disfrutando de sus platos favoritos sin privarse del suficiente calcio que su cuerpo necesita. Las personas con deficiencia de lactasa, enzima que digiere lactosa, muestran un abanico de síntomas cuya intensidad varía y suele presentarse entre 30 minutos a 2 horas después de haber ingerido leche con lactosa o productos derivados de ella.
Los síntomas más comunes incluyen: dolor abdominal, sensación de pesadez en el abdomen, flatulencia, diarrea y náusea. El déficit de una persona para producir lactasa no puede cambiarse, por ello la intolerancia a la lactosa es tratada con un cambio en la dieta diaria.
Estas personas pueden elegir entre eliminar todo producto y subproducto de la leche típica de sus dietas, o bien sustituirla por alimentos que contengan leche deslactosada. Este producto es de gran beneficio ya que nutricionalmente mantiene toda la calidad de la leche tradicional, incluyendo igual cantidad de vitaminas A, D, B12, potasio, calcio, riboflavina y proteínas.
Su único cambio es que la lactosa fue transformada a dos azúcares simples: glucosa y galactosa, que el intolerante a la lactosa sí es capaz de digerir.
Algunos de los beneficios de consumir este tipo de leche son:
Dismuye o elimina los síntomas de quienes padecen intolerancia a la lactosa.
Si los síntomas son generados por el consumo de leche, disminuye o elimina los síntomas del colon irritable.
Mantiene una ingesta equilibrada de calcio y otros nutrientes importantes en el organismo de quienes padecen intolerancia al azúcar de la leche, colon irritable y en personas de edad avanzada.
También se presenta en variedades de acuerdo a la necesidad de cada persona: entera, descremada y semi-descremada.
Puede usarse sin problemas para cocinar todas las recetas que requieran leche tradicional, pudiendo ser consumidas por quienes padecen problemas de intolerancia digestiva a lácteos.
Si bien la leche sin lactosa es un buen producto nutricional, se recomienda a quienes no presentan intolerancia a la lactosa no dejar de consumir la leche convencional, al menos no más del 50%, ya que su cuerpo podría dejar de producir lactasa en cantidad necesaria.