Mesa Ratona Auxiliar Arrime 120 Patas Recta Color Cedro

Compré una mesa ratona de pino, color cedro, imaginando un toque cálido y rústico, tipo cabaña de revista. Lo que recibí fue un homenaje al “casi”, al “más o menos”, al “la intención es lo que cuenta”. El color cedro, en teoría elegante, en la práctica parece una mezcla entre jugo de ladrillo y aceite viejo de auto. La pintura fue aplicada, al parecer, con brocha. Pero con los ojos cerrados y usando la mano menos hábil del pintor. Tiene más gotas secas que una vela olvidada y el acabado es tan áspero que podría usarse como exfoliante. Las patas, valientes, hacen lo que pueden: una más corta, otra floja, y una tercera que juraría que cruje en morse pidiendo auxilio. Apoyás una taza y sentís que estás participando de un juego de equilibrio de feria. ¿funcional? técnicamente sí. ¿bonita? solo si la mirás con los ojos del amor. Y cerrados. Pero bueno, ahora tengo tema de conversación con todos los que entran al living. Gracias por esta mesa, que más que ratona, es rata: se esconde del buen gusto pero aparece cada tanto para recordarme que lo barato, a veces, también tiene su encanto irónico.

Me gusto mucho.

Tiene manchas de como de gotas de agua y esta pintanda en un extremo de un color mas oscuro.

Tiene tornillos muy cortos. Se desarmó a las 2 hs y se cayó todo lo que había en la mesita.