My Baby Rides The Short Bus: The Unabashedly Human Experience Of Raising Kids With Disabilities, De Silverman, Jennifer. Editorial Pm Press, Tapa Blanda En Inglés

Descripción

Libro: My Baby Rides the Short Bus: The Unabashedly Human Experience of Raising Kids with Disabilities

Descripción:
Extracto. © Reimpreso con autorización. Todos los derechos reservados.

Por Yantra Bertelli, Jennifer Silverman, Sarah Talbot PM © 2009 Yantra Bertelli, Jennifer Silverman y Sarah Talbot
Todos los derechos reservados.
ISBN: Contenido
Cubrir,
Título Otras caídas de botas de combate,
Suficientes acrónimos para hacer que su cabeza dé vueltas: el sistema y la defensa de,
visto, oído, respetado y creído,
¿Cómo lo hacemos?,
Familias: Cuando el Equilibrio Induce Recursos,
Expresiones de gratitud,
Libro para colorear Las niñas no son chicas,
el costo real de las prisiones comix,
Vegan Freak: ser vegano en un mundo no vegano,
Resistencia tras las rejas: las luchas de las mujeres de PM,
Acerca de PM,

CAPÍTULO 1
Las otras gotas de botas de combate

Hay algo mal... Tres palabras que ningún padre quiere escuchar con respecto a su hijo.
Algunas de nosotras lo sabíamos durante el embarazo. Otros se enteraron al nacer, durante un proceso de adopción, o meses o incluso años después. Para algunos de nosotros, el proceso está en curso. Todos nosotros somos padres de niños con necesidades especiales. Independientemente de cuándo nos enteramos de estas necesidades especiales, la mayoría de nosotros pasamos por las mismas emociones al tratar de procesar la información: miedo, confusión, ira, tristeza y esperanza. Conocimos a médicos despistados (y algunos serviciales), recorrimos montañas de libros y recurrimos a Internet. Encontramos algunas, pero definitivamente no todas, las respuestas que buscábamos. En el proceso, encontramos nuestras voces, nos pusimos simbólicamente nuestras botas de combate y canalizamos a nuestra mamá y papá osos internos para convertirnos en defensores. Pero la curva de aprendizaje ha sido empinada, y, a menudo, aislada.
Con la excepción de nuestro único autor canadiense, estos escritores se unieron a los padres del 17 por ciento informado de los niños en los Estados Unidos con necesidades especiales. Marginados por sus propias discapacidades, filosofías de crianza liberales, estilos de vida anticonsumistas e intereses que los alejan de la cultura convencional, a muchos de estos padres les resultó más difícil ser tomados en serio por los profesionales que los guiaron a través del proceso de diagnóstico.
Los hijos de los padres en este capítulo abarcan diagnósticos eventuales desde el síndrome de cri du chat hasta el autismo. En el camino, sus padres aprendieron tanto como los expertos sobre las condiciones de sus hijos y se convirtieron en los mejores expertos posibles en sus propios hijos. Sus historias aquí y en todo el libro son alternativamente divertidas, desafiantes y aleccionadoras. El humor y la honestidad en estos cuentos de padres que viven en los márgenes y aprender acerca de las necesidades especiales de sus hijos los diferencia del statu quo.

Renacimiento
por Emily Zolten
He escuchado a nuevas madres decir una y otra vez que sintieron que renacieron el día en que nacieron sus bebés. Esto ha sido cierto para mí después del nacimiento de mis tres hijas. Lo inesperado fue la versión de mí mismo que surgiría después del nacimiento de Lucy.
Había experimentado el trabajo de parto dos veces antes y pensé que sabía exactamente cómo di a luz. Por eso me sorprendió tanto cuando rompí fuente a última hora de la tarde, tres semanas antes de la fecha de parto. Mi fuente no se rompió con mis otros hijos hasta antes de que nacieran. Había muchas cosas sobre este embarazo que eran diferentes y era difícil no sentir que algo andaba mal. Como partera, vi esto todo el tiempo: mujeres que tenían su tercer bebé y sentían que habían tenido tanta suerte antes que su número seguramente había aumentado. Las cosas iban a salir mal esta vez.
Cuando rompí fuente, salté del sofá en estado de shock. Me di cuenta de lo que todo esto, cómo cambiarían las cosas para mí y el dolor que estaba a punto de comenzar. Le dije a mi esposo ya mis hijas qué era y qué esperar. Todos estaban tan emocionados. Nos acurrucamos con un libro sobre tener un nuevo hermanito y leímos nuestro cuento antes de dormir. Todos lo sabíamos, pero no.