Olios Of Flight: Stories From The First Three Decades Of Aviation, De Richards, Tom., Vol. 1. Editorial Tom Richards, Tapa Dura En Inglés

Descripción

Libro: Olios of Flight

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Las primeras tres décadas de vuelos propulsados fueron testigos de los tambaleantes intentos de la humanidad de abandonar la tierra, hacer la guerra en un nuevo ámbito, desarrollar un nuevo deporte y comenzar un servicio aéreo regular para trasladar al público en general de una manera más rápida y segura que en cualquier otro momento de la historia.

Desde 1910 hasta 1940, estas tres décadas caen en distintas eras de la aviación. La primera década, hasta la Primera Guerra Mundial, estuvo marcada principalmente por personas que construyeron y probaron nuevos conceptos de estabilidad y procesos para producir sus productos para que otros los compraran. Estas primeras fábricas de aviones nos dieron nombres como Wright, Curtiss y Voisin.

La Primera Guerra Mundial vio un salto cualitativo en la innovación y la producción de aviones. Al comienzo de la guerra en 1914, sólo había 1.720 pilotos autorizados en todo el mundo y menos de 700 aviones pilotables en toda Europa. Al final de la guerra, en 1918, se habían producido más de aviones en más de 100 fábricas.

En la década de 1920 se produjeron regulaciones gubernamentales para los aviones de nueva construcción. Una industria completamente nueva estaba desarrollando aviones para transportar pasajeros, primero a pequeña escala y luego a escala mundial a medida que se construían aviones más grandes. A finales de la década de 1920, los nuevos deportes de asalto, circos voladores y carreras aéreas estaban cobrando fuerza. Estos “eventos deportivos” consistían en correr riesgos y emocionar a las multitudes superando los límites tanto de los aviones como de los pilotos que se atrevían a volarlos.

Los corredores exigían aviones cada vez más rápidos a principios de la década de 1930, por lo que los constructores y diseñadores perfeccionaban continuamente sus productos para maximizar la eficiencia y el estilo, para surcar el aire con motores más potentes. Un diseñador francés, Antoine de Saint Exupéry, planteó el objetivo del gran diseño de esta manera: “Un diseñador sabe que ha alcanzado la perfección no cuando no queda nada que añadir, sino cuando no queda nada que quitar”. Esto fue cierto para los elegantes corredores de la Edad de Oro de las carreras aéreas en la década de 1930.

En la década de 1920, el hombre o la mujer común podían comprar un avión excedente de guerra y comenzar un negocio por sí mismos, en lugar de tener que construirlo a mano. En la década de 1930 se construyeron aviones en líneas de montaje. Estos aviones ahora estaban hechos de metales ligeros en lugar de madera y tela. Por lo general, eran más grandes, más poderosos y más complejos de mantener.

A lo largo de estas tres décadas, existen características distintivas tanto en las máquinas como en quienes las volaron de una década a otra. Mencionamos 1910 y pueden venir a la mente los nombres Wright, Curtiss, Farman y Santo Dumont. La década de 1920 puede traer recuerdos de Lindbergh y Doolittle, y de la década de 1930 los nombres Earhart y Post bien pueden inundar su mente. Pero en esos períodos, había muchos más aviadores que deberíamos conocer y honrar. Este libro es un esfuerzo por resaltar a algunos de esos aviadores, diseñadores y capitanes de la industria largamente olvidados de las tres décadas, porque eran personas inusuales, a menudo ¡Con aviones inusuales!