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Descripción

Palitos chinos para sushi msterial bamboo premium con funda 20cms envios

Es común ver cómo muchas personas se jactan de ser expertos en sushi. Conocen todos los restaurantes, saben prepararlo en casa, e incluso han estudiado acerca de la historia del alimento. No falta que aporten con un dato freak sobre los inicios del plato oriental. Sin embargo, y como es lógico, nadie es dueño de la verdad absoluta ni del conocimiento total en este mundo. Siempre hay algo que no sabremos, algo que nos faltará por aprender, y ahí radica la gracia de ser humano; ir perfeccionándonos cada día un poco más. Por eso es que ahora podrás ir donde ese amigo que siempre dice saber mucho acerca del sushi y enseñarle tú a él esta vez.

Tiene que ver con la forma en que se comen las piezas. Claro, siempre es cosa de gusto, pero si hay alguien que quiera seguir el protocolo tal cual debe hacerse, entonces es importante que sepa que los palitos del sushi no se separan uno del otro totalmente.

Sí, la parte final que une ambos palitos tiene una utilidad y debe desprenderse antes de separar los palos.

¿Lo ves? Es tan simple como cierto. La idea es mantener la limpieza e higiene durante tu comida y por eso, la parte final de los palitos sirve para que estos eviten el contacto con la mesa. Mal que mal, te los estás metiendo a la boca y por eso es fundamental preocuparse que siempre estén completamente limpios.
Así tal cual, como ves en la imagen, es la manera en que se desprende esta parte.Ahora que lo sabes, seguramente lo pondrás en práctica la próxima vez que vayas a un restaurante de comida oriental.
La antiquísima tradición oriental de comer con palillos se remonta a algún momento hace 3.000 años en el pasado, y aunque no hay un registro histórico para darnos una fecha concreta, si que existen varias leyendas al respecto, y una de las más extendidas en China es la de un soldado llamado Da Yu.

El soldado Da Yu estaba al servicio del emperador Shun, y fue éste quien le encargó la complicada misión de volver a encauzar el río, que a causa de las fuertes lluvias había experimentado importantes crecidas, arruinando muchos de los cultivos de sus súbditos. Sin demora, el fiel soldado emprendió el viaje, prometiendo no desperdiciar ni un momento por muy cansado, hambriento o sediento que estuviese.

Mientras navegaba por el río sintió la punzada del hambre, y con gran prisa para no perder tiempo cocinó algo de carne, pero no disponía de nada para sacarla del caldero, al menos hasta que se enfriase un poco. Como esperar no estaba entre sus planes, improvisó como pudo y tomando dos ramitas comenzó a practicar sacando pedazos de carne del hirviente guiso.

Durante la segunda comida probó con dos finos trozos de bambú, y sucesivamente fue desarrollando una gran habilidad para comer con esta singular herramienta, siendo capaz de comer y trabajar a un tiempo. El resto de sus ayudantes vieron las ventajas de este método, ya que no se manchaban las manos ni se quemaban con la comida, así que poco a poco todos le imitaron, y así se fue extendiendo su uso hasta convertirse en una costumbre común. O al menos esto nos cuenta la leyenda.

En cuanto tradición y supersticiones, hay algunas curiosidades sobre lo que se debe y no se debe hacer, como por ejemplo que está muy mal visto el dejar clavados los palillos en el bol de arroz, ya que esto se considera similar a la costumbre de encender varillas de incienso en los funerales. También es de mala educación el dar golpecitos con los palillos en el plato, debido a que esta es la forma que tienen los mendigos de pedir dinero, y puede ser motivo de una reprimenda por parte de los mayores de la casa.