Cómo cuidar un vestido de lana: consejos y recomendaciones

Si tenés un

vestido

de lana y querés cuidarlo para poder usarlo por muchos años más, no te pierdas los consejos de esta guía.

La lana es uno de esos materiales que nos envuelven con su calidez y suavidad, haciendo que cada prenda se sienta como un abrazo acogedor. Sin embargo, para mantener esa sensación y garantizar que tu vestido de lana luzca impecable temporada tras temporada, es crucial seguir algunos pasos de cuidado específicos. 

En este artículo, te guiaremos a través de un proceso detallado sobre cómo cuidar un vestido de lana de manera fácil y efectiva, asegurando su longevidad y belleza.

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Cuidados esenciales para un vestido de lana

La lana es un material delicado y necesita un trato diferente al de otras fibras. A continuación, te contamos cómo podés mantener tu vestido impecable, desde el lavado hasta el guardado, pasando por tips clave para evitar el deterioro.

Leé siempre la etiqueta

Antes de hacer cualquier cosa con tu vestido de lana, lo primero que tenés que hacer es leer la etiqueta. Parece un paso obvio, pero muchas veces lo pasamos por alto. Ahí vas a encontrar información importante sobre el tipo de lana y las recomendaciones específicas de cuidado. 

Algunos

vestidos

de lana pueden lavarse a máquina con un programa delicado, mientras que otros requieren lavado exclusivamente a mano o incluso limpieza en seco. Seguir estas indicaciones te va a ahorrar varios disgustos.

Por ejemplo, si tu vestido es de lana merino o cashmere, probablemente necesite un cuidado más delicado que uno de lana más gruesa o mezclada con fibras sintéticas. Prestá atención también a la temperatura del agua recomendada y a si es posible plancharlo o no.

Cómo lavar tu vestido de lana

Lavar un vestido de lana no es lo mismo que lavar una

remera

de algodón o un par de jeans. La lana es sensible a los cambios bruscos de temperatura y al exceso de fricción, lo que puede hacer que se encoja o que el tejido se deforme. Para evitar esto, seguí estos pasos:

Lavado a mano

Si lo vas a lavar a mano, usá agua fría o tibia (nunca caliente) y un detergente suave especial para prendas delicadas o lana. Sumergí el vestido y dejalo en remojo durante unos minutos. 

No lo frotes ni lo retuerzas; en lugar de eso, movelo suavemente en el agua para que el detergente actúe. Después, enjuagalo bien con agua fría hasta que no queden restos de jabón.

Lavado en lavarropas

Si preferís lavarlo a máquina, elegí el ciclo para prendas delicadas o de lana y asegurate de que la temperatura del agua esté en frío. Usá una bolsa de lavado Hidear para proteger el vestido y poné la centrifugadora en la velocidad más baja posible.

Un truco importante

Evitá el uso de suavizantes, ya que pueden dañar las fibras naturales de la lana. En su lugar, usá vinagre blanco en el último enjuague para suavizar la prenda de forma natural.

El secado: la clave para evitar deformaciones

Secar correctamente tu vestido de lana es tan importante como lavarlo bien. Nunca lo cuelgues, ya que el peso del agua puede estirar el tejido y deformar la prenda. Lo mejor es que lo extiendas sobre una toalla limpia y lo enrosques suavemente para eliminar el exceso de agua sin retorcerlo.

Después, ponelo a secar en horizontal sobre una superficie plana, preferentemente sobre otra toalla seca para absorber la humedad. Asegurate de darle forma mientras se seca para que no pierda su silueta original. Evitá la exposición directa al sol o a fuentes de calor, como radiadores, porque pueden resecar y endurecer las fibras.

Cómo eliminar las arrugas sin dañar el tejido

Planchar un vestido de lana puede ser un poco complicado, ya que el calor directo puede quemar las fibras o dejar marcas. Si querés eliminar las arrugas, lo mejor es usar un vaporizador Gadnic o una plancha a vapor Black&Decker a baja temperatura. 

Colocá una tela fina entre la plancha y el vestido para protegerlo y asegurate de no ejercer demasiada presión.

Otra opción es colgar el vestido en el baño mientras te duchás con agua caliente. El vapor del ambiente va a relajar las fibras y ayudarte a alisar las arrugas de manera natural, sin necesidad de plancha.

Cómo guardar tu vestido de lana

El guardado correcto es esencial para que tu vestido de lana se mantenga como nuevo. Nunca lo cuelgues en perchas, ya que el peso de la prenda puede estirarla y deformar los hombros. Lo mejor es doblarlo cuidadosamente y guardarlo en un estante o en una caja de tela.

Si lo vas a guardar durante varios meses, por ejemplo, al final del invierno, asegurate de lavarlo primero para evitar que queden restos de suciedad o transpiración que puedan dañar las fibras con el tiempo. 

Usá bolsas de algodón para protegerlo del polvo y agregá un antipolillas, como bolsitas de lavanda o cedro, para mantener alejados a esos enemigos silenciosos.

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Cómo prevenir el pilling y las bolitas de lana

El pilling, esas bolitas que aparecen en la superficie del tejido, es uno de los problemas más comunes en las prendas de lana. Ocurre por el roce constante y puede hacer que tu vestido se vea viejo y desgastado.

Para evitarlo, tratá de no usar el vestido de lana debajo de abrigos de materiales ásperos o

mochilas

que generen fricción. Si ya aparecieron las bolitas, podés retirarlas con un quitapelusas o una piedra especial para lana Dazzleimart. Hacelo con suavidad para no dañar el tejido.

Manchas y cómo tratarlas

Si tu vestido de lana se mancha, actuá rápido para evitar que la mancha se fije. Usá un paño húmedo para absorber el exceso de líquido y aplicá un poco de detergente suave directamente sobre la mancha. Frotá suavemente con los dedos o con una esponja y enjuagá con agua fría.

Consejos adicionales para cuidar un vestido de lana

Acá van algunos consejos adicionales para que tu vestido de lana se mantenga impecable por más tiempo.

Ventilá tu vestido regularmente

A diferencia de otras prendas, la lana no necesita lavarse con tanta frecuencia. De hecho, lavarla demasiado seguido puede desgastar las fibras. En lugar de eso, colgá el vestido al aire libre después de usarlo para eliminar olores y refrescarlo. 

Evitá la exposición directa al sol, ya que puede decolorarlo. Ventilarlo en un lugar fresco y sombreado es más que suficiente para mantenerlo limpio entre lavados.

Usá un peine para lana

Un accesorio imprescindible si tenés varias prendas de lana es el peine para lana Dazzleimart. Este pequeño utensilio te ayuda a quitar las bolitas o el pilling de forma fácil y sin dañar la prenda. 

Pasalo suavemente sobre la superficie del vestido cuando notes acumulación de fibras sueltas. Es mucho más efectivo y seguro que otros métodos caseros.

Cuidado con las joyas y accesorios

Si usás anillos, pulseras o

carteras

con cadenas, tené cuidado para evitar que se enganchen en el tejido de tu vestido. La lana puede deshilacharse fácilmente si una fibra queda atrapada en una joya o un cierre metálico. Si te pasa, no tires del hilo suelto; mejor cortalo con una tijera pequeña para evitar que se extienda.

Evitá el contacto con productos cosméticos

El maquillaje, el perfume y las cremas pueden dejar manchas difíciles de eliminar en la lana. Aplicá estos productos antes de vestirte y asegurate de que se absorban bien en la piel para evitar transferencias. 

Si el vestido se mancha con alguno de estos productos, tratá de actuar rápido con agua fría y un poco de detergente suave.

No guardes el vestido si está húmedo

La lana es un material que puede absorber humedad fácilmente. Si guardás el vestido cuando todavía está húmedo, puede desarrollar moho o malos olores. Después de lavarlo o ventilarlo, asegurate de que esté completamente seco antes de doblarlo y guardarlo.

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Vestido de lana por mucho tiempo

Cuidar un vestido de lana no tiene por qué ser una tarea ardua. Siguiendo estos pasos, podés asegurarte de que tu prenda se mantenga en óptimas condiciones durante años. 

Acordate que el cuidado adecuado no sólo preserva la belleza del vestido, sino que también respeta el medio ambiente al prolongar la vida útil de tus prendas. Con un poco de atención y los materiales adecuados, tu vestido de lana seguirá siendo una pieza clave en tu guardarropa, lista para brindarte calidez y estilo en cada temporada.