El
es uno de los elementos fundamentales para la cama y la decoración de tu cuarto. El uso continuo requiere un mantenimiento adecuado para prolongar su vida útil y conservar su apariencia. Limpiar y cuidar correctamente tu acolchado no solo garantiza su frescura, sino también la durabilidad de sus colores y materiales.
Acá te ofrecemos una guía paso a paso para su mantenimiento, desde la limpieza regular hasta la profunda, pasando por los mejores productos y prácticas para evitar daños.

Preparación para la limpieza
Revisión de la etiqueta de cuidado
Antes de comenzar cualquier proceso de limpieza, es fundamental revisar la etiqueta de cuidado del acolchado. Estas etiquetas proporcionan información valiosa sobre los métodos de limpieza recomendados y las precauciones específicas que debes tomar.
Cómo leer y entender las etiquetas de cuidado
Las etiquetas suelen incluir símbolos y texto que indican si el acolchado puede ser lavado a máquina, si requiere limpieza en seco, o si necesita cuidados especiales. Familiarízate con estos símbolos para evitar daños innecesarios.
Diferentes tipos de materiales y sus requisitos específicos de limpieza
Los acolchados de
camapueden estar hechos de diversos materiales como algodón, poliéster, lana, o una combinación de estos. Cada material tiene sus propias necesidades de limpieza. Por ejemplo, los acolchados de lana pueden requerir limpieza en seco, mientras que los de algodón pueden ser lavados a máquina con un ciclo suave.
Antes de cualquier limpieza, sacudí el acolchado para eliminar polvo y restos superficiales. Ventilar el acolchado en un área aireada puede refrescar los materiales y reducir malos olores. Verificá si las costuras están intactas y si el acolchado tiene cierres. Asegúrate de que estén cerrados para evitar que el relleno se salga durante el lavado.
Recolección de materiales necesarios
Antes de iniciar la limpieza, asegúrate de tener a mano todos los productos y herramientas necesarios. Acá hay una lista de elementos recomendados:
Jabón líquido para prendas delicadas.
Cepillos de cerdas suaves.
Aspiradora manual.
Vinagre blanco.
Productos específicos para manchas difíciles.
Limpieza regular del acolchado
La limpieza regular de tu acolchado es esencial para mantenerlo en buenas condiciones y libre de polvo, ácaros y bacterias. Aunque no es necesario lavar el acolchado con la misma frecuencia que las sábanas, realizar una limpieza rápida cada uno o dos meses ayudará a mantenerlo fresco.
Aspirado
Una de las formas más sencillas de mantener tu acolchado limpio es aspirarlo regularmente. Utilizá una aspiradora de mano o una con un accesorio de cepillo suave para pasarla por toda la superficie del acolchado. Esto removerá polvo, pelo de mascotas y partículas sueltas, sin la necesidad de lavarlo con frecuencia. La aspiradora inalámbrica de mano Daewoo DAVC200LI es una buena opción para tareas como estas
Ventilación
Colocar el acolchado en un lugar ventilado, como una terraza o un patio, permite que se airee y se renueve. Sin embargo, es importante evitar la exposición directa al sol, ya que esto puede desvanecer los colores y resecar las fibras. Lo ideal es ventilarlo en una zona sombreada o en interiores con buena circulación de aire.
Uso de protectores
Un protector de acolchado o funda removible es una opción muy práctica para prevenir que el acolchado se ensucie rápidamente. Estas fundas se pueden
lavarmás frecuentemente y protegen el acolchado de manchas, sudor y derrames accidentales. La línea Panamá para fundas de acolchados de la marca Arredo es una excelente opción en cuanto a la relación precio calidad.
Eliminación de manchas
Las manchas son inevitables, pero con el tratamiento adecuado, puedes mantener tu acolchado en perfecto estado.Para manchas de comida o bebida, mezcla una pequeña cantidad de
suave con agua y aplica la solución con un paño de microfibra. Frota suavemente la mancha desde los bordes hacia el centro para evitar que se extienda.
Si vas a lavar el acolchado a mano, elegí un jabón líquido especial para tejidos delicados. Este tipo de jabón es más suave que los detergentes convencionales y protege las fibras del acolchado, garantizando que el lavado no afecte su estructura ni su apariencia. El jabón líquido Ariel Delicados Hipoalergenico y Ala Camellito son una excelente opción que podrás encontrar en el mercado.
El bicarbonato es otro producto multiuso que ayuda a neutralizar los malos olores y a eliminar manchas difíciles. Para manchas localizadas en el acolchado, espolvorea una pequeña cantidad de bicarbonato sobre la mancha, deja actuar unos minutos y luego frota suavemente antes de lavar.

Limpieza profunda
A pesar de una limpieza regular, es recomendable hacer una limpieza profunda cada 3 a 6 meses, dependiendo del uso que le des a tu acolchado y si se ha manchado o acumulado olores.
Lavado a máquina
Si la etiqueta de tu acolchado indica que es apto para lavarropas, sigue estas recomendaciones:
Temperatura del agua: usá agua fría o tibia para evitar la contracción de los tejidos y el desgaste del relleno.
Ciclo suave: seleccioná un ciclo de lavado delicado para evitar que el acolchado se deforme. También podés agregar unas pelotas de secado o pelotas de tenis dentro del tambor para evitar que el relleno se apelmace.
No sobrecargar: asegurate de que el acolchado tenga suficiente espacio para moverse libremente en la lavadora. Si es muy grande, llevalo a una lavandería con máquinas industriales.
Limpieza a mano
Si tu acolchado es delicado o si preferís evitar el lavarropas, podés lavarlo a mano en una bañera. Llená la bañera con agua tibia y detergente suave, sumergí el acolchado y frota con movimientos suaves. No retuerzas el acolchado para escurrirlo, ya que esto puede dañar las fibras. En su lugar, presioná suavemente para eliminar el exceso de agua.
Limpieza en seco
Algunos
de materiales como la seda o con relleno de plumas requieren limpieza en seco profesional. Llevarlos a una tintorería evitará cualquier daño que podría ocurrir al lavarlos en casa.
Secado adecuado
El secado es una fase crucial en la limpieza del acolchado. Si no se seca correctamente, puede desarrollar malos olores, moho o deformarse.
Secadora
Si el acolchado es apto para secadora, seleccioná un programa de baja temperatura. Añadir pelotas de secado o pelotas de tenis ayudará a que el relleno se mantenga esponjoso y distribuido de manera uniforme. Asegurate de que esté completamente seco antes de volver a usarlo o almacenarlo.
Secado al aire libre
Si preferís secar el acolchado al aire libre, colocalo en una superficie plana o colgalo en un tendedero, pero siempre en un lugar sombreado para evitar el daño solar. Girá el acolchado con regularidad para asegurar un secado homogéneo y revisá que el relleno no se haya desplazado durante el proceso.
Secado en horizontal
Para acolchados grandes o pesados, el secado en horizontal es ideal, ya que evita que el peso del agua estire o deforme las costuras y el relleno.
Mantenimiento a largo plazo
Rotación periódica
Al igual que los
, es recomendable rotar el acolchado cada cierto tiempo para evitar un desgaste desigual. Esto es especialmente importante si el acolchado se utiliza todos los días.
Almacenamiento adecuado
Si planeas almacenar el acolchado durante las estaciones cálidas, guárdalo en un lugar seco y bien ventilado, preferiblemente en una funda de algodón o en una bolsa transpirable. Evitá las bolsas de plástico, ya que estas pueden atrapar la humedad y causar moho.
Las bolsas para envasar al vacío son una solución efectiva para almacenar acolchados y prendas voluminosas. Su diseño permite reducir significativamente el volumen de los objetos, lo cual es ideal para ahorrar espacio en casa y para mantener las prendas protegidas de elementos externos. Podés optar por el Rollo Bolsa Gofrada Para Vacio Neovac Pack 2 que son recomendados por los usuarios.
Protección contra plagas
Para evitar la presencia de polillas o insectos, utilizá repelentes naturales como bolsitas de lavanda o naftalina en el
donde almacenes el acolchado. Estos elementos mantendrán alejadas a las plagas y darán un aroma fresco.

Seguí los consejos
A la hora de limpiar, es importante evitar ciertos errores comunes, como el uso de blanqueadores, el frotar con fuerza o el retorcer el acolchado para escurrir el agua. Estos errores pueden dañar gravemente las fibras y reducir su durabilidad. Además, preservar los colores es otro aspecto esencial: lavar con agua fría, usar detergentes para ropa de color y evitar la exposición directa al sol son pasos que ayudarán a mantener los tonos vibrantes y evitar el desgaste prematuro.
Mantener tu acolchado limpio y bien cuidado es esencial para prolongar su durabilidad y mantener su confort y apariencia. Siguiendo estos pasos clave —desde la revisión de la etiqueta de cuidado hasta la limpieza regular y profunda, pasando por el secado adecuado y el mantenimiento a largo plazo— podrás disfrutar de un acolchado en perfectas condiciones durante muchos años.
Recordá que un mantenimiento regular no solo mejora la vida útil del acolchado, sino que también contribuye a un entorno de sueño más saludable y confortable.