¿Cómo mantener tus griferías limpias y funcionales?

Las griferías son componentes esenciales en cualquier hogar, ya que nos brindan acceso al

agua

de manera cómoda y eficiente. Sin embargo, muchas veces se pasan por alto en términos de mantenimiento y cuidado.

Mantener tus griferías limpias y funcionales no sólo mejora la estética de tu hogar, sino que también prolonga la vida útil de estos dispositivos y asegura un funcionamiento óptimo. 

En este artículo, exploraremos la importancia del mantenimiento de las griferías, los beneficios de mantenerlas limpias y funcionales, y proporcionaremos una guía paso a paso para lograrlo.

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Herramientas y materiales necesarios

Antes de comenzar con la limpieza y el mantenimiento de tus griferías, es esencial contar con las

herramientas

y productos de limpieza adecuados. Es decir, es fundamental contar con trapos de microfibra, un cepillo de dientes viejo, una llave inglesa y un

destornillador

.

Si tenés estos

productos de limpieza

adicionales, te ayudarán a realizar la tarea más fácilmente: vinagre blanco, bicarbonato de sodio, jabón neutro, y un limpiador específico para griferías.

Cabe destacar que la limpieza de las griferías depende mucho de la zona donde estés con cuánta frecuencia la tengas que hacer, pero al menos dos veces al año tendrás que hacer una profunda, y mantener periódicamente la desinfección.

Pasos para limpiar tus griferías

Para garantizar que tus griferías se mantengan en perfecto estado, seguí estos pasos detallados:

Paso 1: Preparación

Antes de comenzar cualquier tarea de limpieza, es crucial preparar adecuadamente el área de trabajo. Lo primero que deberás hacer es cerrar el suministro de agua: Localizá y cerrá la válvula de suministro de agua para evitar cualquier fuga durante el proceso de limpieza.

Luego, tendrás que desmontar las partes removibles de la grifería: Para este paso, utilizá una llave inglesa y un destornillador para desmontar las partes removibles, como las manijas y los aireadores.

Paso 2: Limpieza superficial

Una limpieza superficial regular es fundamental para mantener la apariencia y funcionalidad de las griferías. Además, no sólo cuidás estos dos aspectos, sino que también comenzás a quitar las bacterias de aquellos puntos que tocamos todo el tiempo aún cuando nos estamos lavando las manos.

Para esto, vas a usar trapos de microfibra y jabón neutro: Humedecé uno de microfibra con agua tibia y jabón neutro, y limpiá suavemente la superficie de la grifería para eliminar el polvo y la suciedad. Evitá usar mucha fuerza, porque podría rayar la superficie de la grifería.

Después de que hiciste este paso, eliminá las manchas de agua y los residuos de jabón con este sencillo truco: Si hay manchas de agua o residuos de jabón, utilizá una solución de vinagre blanco y agua en partes iguales. Aplicá la solución con un trapo y frotá suavemente hasta que las manchas desaparezcan, y ¡voilá!

Paso 3: Limpieza profunda

Para una limpieza más exhaustiva de tu grifería, podés implementar dos estrategias distintas. 

Por un lado, el uso de vinagre blanco y bicarbonato de sodio, mezclando ambos ingredientes hasta formar una pasta. Aplicá la misma en las áreas con acumulación de cal y dejá actuar durante unos minutos. Luego enguajá con abundante agua para quitarla de toda la superficie.

Otra estrategia es la del cepillo de dientes: Usá un cepillo de dientes viejo para frotar la pasta preparada con vinagre y bicarbonato en las áreas difíciles de alcanzar, como las juntas y las esquinas y así recuperar plenamente tu

canilla

. Terminá la limpieza con abundante agua y secado de la superficie.

Paso 4: Enjuague y secado

Una vez que hayas completado la limpieza, es importante enjuagar y secar adecuadamente las griferías.

Por un lado, tenés que enjuagar con agua limpia en todas las partes de la grifería para así eliminar cualquier residuo de los productos de limpieza.

Luego, tenés que secar completamente. Para ello, usá un trapo de microfibra seco para secar completamente la grifería, evitando así las manchas de agua.

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Mantenimiento regular

El mantenimiento regular es clave para asegurar que tus griferías permanezcan en buen estado durante mucho tiempo. Esto te permitirá que no sea un calvario cada vez que las limpies porque la mugre está pegada, sino por el contrario, con unos pocos minutos la tendrás siempre reluciente.

Frecuencia de limpieza

Para mantener tus griferías en óptimas condiciones, se recomienda realizar una limpieza superficial semanalmente y una limpieza profunda mensualmente.

Para poder recordarlo, podés implementar un calendario mensualizado de aquellas tareas que sean más esporádicas, como por ejemplo, lustrar los pisos, lavar las sábanas, entre otros.

Inspección de componentes

Además de la limpieza, es importante inspeccionar regularmente los componentes de las griferías, ya que con esta acción podrás evitar que se te rompan muy seguido, o que te quedes sin funcionamiento en la misma.

En ese sentido, es fundamental revisar y mantener las juntas y sellos. Inspeccioná todas las juntas y sellos en busca de desgaste o daños y reemplázalos si es necesario para evitar fugas.

Para poder verificar las posibles fugas es importante que se asegures que mires con detenimiento las conexiones y ajustes las partes sueltas con una llave inglesa si es necesario.

Solución de problemas comunes

A pesar del mantenimiento regular, pueden surgir problemas comunes con las griferías, como por ejemplo, que gotee alguna canilla, que te quedes con la manija en la mano, o bien, que necesites cambiar la grifería por completo en algún lugar de tu casa.

Acá te ofrecemos soluciones para algunos de los problemas más frecuentes:

Grifería goteando

Las griferías que gotean pueden ser molestas y desperdiciar agua. Las causas comunes incluyen juntas desgastadas o válvulas defectuosas. Para solucionarlo, cerrá el suministro de agua, desmontá la grifería y reemplazá las juntas o válvulas defectuosas. 

En una ferretería o bien una casa de sanitarios podrás encontrar todos los repuestos que necesitás para esta acción.

Tras ello, volvé a armar la grifería y abrí el suministro de agua para verificar si el problema se ha solucionado.

Baja presión de agua

La baja presión de agua puede ser causada por la acumulación de sedimentos en el aireador o en las tuberías. Para resolver este problema, primero desarmá el aireador y limpialo con vinagre blanco para eliminar los sedimentos.

Esta tarea puede llevarte varios minutos, ya que si se trata de sarro, por ejemplo, podrías necesitar repetir el proceso más de una vez para aflojarlo y que termine por quedar limpia por completo.

Si el problema persiste, verificá si hay obstrucciones en las tuberías y considerá llamar a un profesional si es necesario.

Manchas persistentes

Algunas manchas pueden ser difíciles de eliminar con métodos de limpieza convencionales. Si tus griferías están en estas condiciones, probá con una pasta de bicarbonato de sodio y agua. Aplicala sobre las manchas y frotá suavemente.

Si las manchas persisten, utilizá un limpiador específico para griferías siguiendo las instrucciones del fabricante. Tené en cuenta que no son los mismos para todos los materiales con los que están confeccionadas las griferías, así que prestá atención al comprarlos.

Consejos adicionales

Para maximizar la vida útil de tus griferías y evitar daños, tené en cuenta estos consejos adicionales:

Prevención de daños

Evitá el uso de productos de limpieza abrasivos que puedan rayar la superficie de las griferías; y no utilices herramientas metálicas afiladas para eliminar la suciedad, ya que pueden dañar el acabado.

Uso de productos naturales

El uso de productos de limpieza naturales y caseros ofrece varias ventajas: por un lado, son menos agresivos para las superficies de las griferías. Además, son más seguros para el medio ambiente y para la salud de tu familia.

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Conclusión

Mantener tus griferías limpias y funcionales no solo mejora la estética de tu hogar, sino que también prolonga la vida útil de estos dispositivos y asegura un funcionamiento óptimo. 

Con una limpieza y mantenimiento regular, podés evitar problemas comunes y disfrutar de griferías que siempre lucen como nuevas. 

Recordá que un poco de esfuerzo y atención puede hacer una gran diferencia en el rendimiento y la apariencia de tus griferías. ¡No esperes más y comenzá cuidar de tus griferías hoy mismo!