Todas las
con las que contamos, ya sean mecánicas o eléctricas, requieren de un mantenimiento eficiente para que su rendimiento continúe siendo alto y para que sus ciclos de vida sean más extensos. Además, que no es menos importante, un mantenimiento correcto de estos dispositivos es capaz de evitar accidentes graves y labores mal realizadas.

Inspección y diagnóstico
Una inspección al menos semanal de nuestras herramientas nos permite visualizar desperfectos y daños mínimos. Estos equipos, de no tratarse o repararse, pueden llegar a deteriorarse aún más, provocando la necesidad de un arreglo muy costoso o incluso su reemplazo.
Identificación de desgaste y daños
Una inspección correcta de las herramientas consta de una revisión simple de su exterior, sobre todo en el caso de los dispositivos mecánicos. La idea es buscar signos de desgaste, manchas de óxido, partes desafiladas o sueltas y grietas comunes en materiales como la goma que recubre el mango de los
o los martillos, entre otros componentes.
El caso de los dispositivos eléctricos, es un tanto más complejo. Los equipos como
, taladros, sierras y cepillos, entre muchos otros más, requieren un desarmado cuidadoso para que nuestra inspección sea más efectiva. Además de una revisión general, en el caso de estas herramientas se deben buscar con mayor énfasis por daños en cables y el sistema eléctrico.
Revisión de funcionales en herramientas eléctricas
Otra forma de inspeccionar nuestros dispositivos eléctricos es mucho más simple ya que implica tan solo enchufarlos y probarlos. Al encender estas herramientas podemos prestar atención a ruidos inusuales, pérdidas de nivel de potencia, calentamiento de los motores o incluso destellos eléctricos presentes en su interior.
Limpieza regular básica
La base de un buen mantenimiento para cualquier tipo de herramienta es una limpieza regular o preventiva. Esta clase de limpieza garantiza un estado excelente de nuestros dispositivos y es mucho más sencilla de llevar a cabo a comparación de una herramienta que se dejó de usar y cuidar por un largo lapso.
Naturalmente, cada herramienta puede ser más o menos difícil a la hora de darles un mantenimiento preventivo y esta diferencia radica en gran medida en si se trata de herramientas de tipo mecánicas o eléctricas.
Productos de limpieza y mantenimiento
Una vez conocidos los pasos de mantenimiento básicos para estas herramientas se deben tener en consideración ciertos productos de limpieza que facilitan este trabajo. Entre estos instrumentos y componentes se destacan los siguientes:
Cepillos metálicos de diferentes grosores.
Paños secos, preferentemente hechos de microfibra.
Desengrasantes para eliminar contaminantes y acumulación de grasas.
Inhibidores de óxido.
Aceites penetrantes para promover una lubricación sana.
Herramientas mecánicas o manuales
Al referirnos a herramientas mecánicas, hablamos de picos, destornilladores, pinzas, martillos y muchas otras que se encuentran en cualquier hogar. Estos dispositivos se deben limpiar con cuidado después de cada uso utilizando un trapo apenas húmedo sin ningún tipo de jabón o detergentes. Una vez que la superficie esté limpia, debemos secarlos con un paño seco para evitar que se oxiden.
Por otro lado, hay casos en los que se puede detectar la presencia de óxido superficial en herramientas que no están compuestas por acero inoxidable o recubiertas por cromo. Ante estas situaciones debemos pasar un
por sobre el óxido hasta removerlo de forma total. Para evitar una oxidación posterior, es recomendable aplicar un inhibidor de corrosión.
De esta misma manera podemos referirnos a herramientas que cuentan con mangos cubiertos por goma, la cual puede endurecerse y resquebrajarse con el tiempo. En estos casos lo más recomendable es cortar y retirar estos mangos y utilizar un producto líquido de engomado para darle una cobertura nueva que promueva una buena adherencia.
Herramientas eléctricas
Como establecimos en párrafos anteriores, las herramientas eléctricas necesitan un cuidado un tanto más atento ya que su mantenimiento sirve no solo para garantizar su rendimiento y funciones sino también para evitar accidentes que dañen nuestra salud. A continuación se encuentran los pasos básicos para hacer un mantenimiento básico de estos equipos que se aplica a taladros, amoladoras y muchos más.
Antes de comenzar con el mantenimiento de esta clase de dispositivos, estos se deben desenchufar.
Con el fin de eliminar polvo y diferentes residuos se puede pasar un cepillo de cerdas suaves o una lata de aire comprimido a una buena distancia.
Siempre es conveniente que utilicemos un paño humedecido y otro seco para limpiar los exteriores de los dispositivos, evitando que se filtre agua en ellos.
Si detectamos cables pelados o cortados, es necesario unirlos nuevamente y cubrir su exterior con cinta aisladora.
Capacitación general
El cuidado y mantención de nuestras herramientas requiere no solo de un conocimiento sobre productos de limpieza y cuidado básico de estas, sino también de nuestra propia experiencia al utilizar estos equipos con el paso de los años.
Comprender y dar uso a esta capacidad de mantenimiento es esencial para promover tanto la calidad de nuestros instrumentos así como proteger nuestra salud.
Lubricación
Una buena lubricación es esencial para el equipamiento tanto mecánico como neumático de nuestros hogares o talleres. Los lubricantes previenen el desgaste y los daños que se producen en sus ejes, engranajes y apoyos con el pasar del tiempo y promueven una vida útil más extensa de nuestras herramientas.
Tipos de lubricantes
Aunque existen varias clases de lubricantes como los penetrantes o secos, los más conocidos y utilizados son los que tienen una composición basada en aceites o grasas. Estos componentes son ideales para promover un rendimiento óptimo de nuestras herramientas ya que son capaces de destrabar partes obstaculizadas y extender su vida útil por mucho tiempo.
Modo de uso de lubricantes
La asignación de los lubricantes desengrasantes y antióxido es simple. Estos, ya sean de aerosol o de latas de grasa, se aplican en las partes móviles de las herramientas mecánicas y neumáticas, a fin de garantizar una circulación óptima de cada tuerca o engranaje evitando fricciones innecesarias.

Almacenamiento adecuado
Las herramientas de uso doméstico o aquellas más complejas que se encuentran en talleres requieren también de un almacenamiento especial para protegerlas contra agentes como la humedad, la variedad de temperaturas en diferentes épocas del año y el mismo paso del tiempo. A su vez, tener estos dispositivos ordenados con cuidado sirve para tener una visualización constante de estos para detectar fallas.
Formas y recursos de almacenamiento
Al momento de proteger y guardar nuestras herramientas contra agentes externos como la suciedad, el polvo y la humedad existen varias opciones, entre las que se encuentran las siguientes:
Organizadores de pared.
Cajas de herramientas herméticas.
Uso de deshumidificadores en talleres.
Guardado de herramientas en estuches bien sellados.
Estantes de metal o maderas cerrados.
Reparación y reemplazo
Al encontrarnos con herramientas que requieren una reparación inmediata, debemos tener los conocimientos básicos para definir si el arreglo de estas es posible o si es necesario reemplazarlas por unas nuevas.
Reparaciones básicas
Reparar una herramienta implica comprender cuándo se pueden afilar o reajustar ciertas piezas de un equipo en específico. En este sentido es recomendable aprender a utilizar lijas, desarmar ciertos equipos eléctricos y aplicar lubricadores como revisamos en líneas previas de esta guía. Para esto podemos aprovechar materiales como kits de reparación e incluso
eléctricas.
En lo que respecta a los dispositivos eléctricos, es importante tener ciertos conocimientos sobre las corrientes eléctricas y el voltaje que requieren estas herramientas para funcionar correctamente. De esta forma es mucho más plausible para nosotros tener en claro cómo reparar estos equipos de ser posible.
Cuándo reemplazar una herramienta
Reemplazar una herramienta puede ser costoso pero necesario. En muchas ocasiones, estos equipos pierden su capacidad de rendimiento o cuentan con daños irreparables por diversas razones. Esto suele ocurrir principalmente con las herramientas eléctricas debido a motores quemados. En casos semejantes, una reparación puede ser mucho más cara que un sustituto del equipo.

Reflexiones finales
Un mantenimiento constante, responsable y activo es capaz de hacer la diferencia entre dispositivos obsoletos y de pésimo funcionamiento y herramientas altamente funcionales y útiles. La simple inspección general de estos equipos permite un ahorro determinante para nuestra economía así como una forma de resguardarnos ante accidentes previsibles.
Al comprometernos con estas consideraciones para el cuidado y mantenimiento de nuestras herramientas nos aseguramos de su capacidad de uso, eficiencia, duración y los resultados que estas conllevan.