Analizamos las versiones más interesantes de la gama del Peugeot 208 y te contamos todas sus diferencias. ¿Cuál conviene?
El
Peugeot 208es actualmente el verdadero “caballito de batalla” de la marca francesa. El modelo fabricado en la planta argentina de El Palomar ya lleva 10.904 unidades patentadas en lo que va del año, que en parte le permitieron a la casa del león lograr un crecimiento del 38,6% frente a las cifras obtenidas durante los primeros ocho meses del 2020.

Desde su lanzamiento el año pasado, el Peugeot 208 se ofrece en un amplio abanico de versiones, con dos motorizaciones y dos transmisiones disponibles. Además, cabe destacar que la gama argentina se complementa con los GT y GT Line que llegan importados desde Eslovaquia con el motor turbo de 130 CV.
En esta ocasión, para responder una duda muy recurrente en los usuarios, analizamos las principales diferencias que hay entre las versiones Allure y Feline del Peugeot 208. La primera es un nivel intermedio que bajo el capot incorpora un motor 1.6 de 115 CV, que se puede combinar tanto a una caja manual de cinco marchas como una automática de seis. Por su parte, la full Feline solo se ofrece con transmisión automática
Diseño
Si hay algo en lo que se destaca la última generación del
Peugeot 208es su diseño. Como ves en las fotos, cuando probamos ambas versiones nos tocó el vistoso azul “quasar” que, a nuestro juicio, le suma varios puntos desde el punto de vista estético.
Las diferencias en el diseño de una versión y otra son muy sutiles: en
Allurelos espejos y el alerón son color carrocería (en Feline son de color negro “piano”), la tercera luz de stop es roja (versus “fumé”) y las ópticas de LED fueron reemplazadas por halógenas. Más allá de esto, el Allure conserva los característicos colmillos delanteros, que son un verdadero imán de miradas y lo hacen destacarse en el tránsito.


Equipamiento
A la hora de hablar de diferencias en el equipamiento, lo cierto es que para ubicarse abajo del Feline, en Allure la marca tuvo que hacer un recorte en su dotación. Hagamos un repaso de acuerdo a los dos grandes grupos: confort y seguridad.
En el primer copón,
Peugeot 208 Allurepierde la cámara de 180° (en su lugar una tradicional), las mencionadas ópticas con luces LED y por último los sensores de estacionamiento trasero, de luces y de lluvia. Eso es todo: en este apartado el Allure sale beneficiado con pérdidas tolerables en pos de la billetera.
Por el lado de la seguridad, los recortes fueron más sensibles, aunque nobleza obliga, si hacemos la comparación con el Peugeot 208 anterior, la ganancia en general de toda la gama sigue siendo palpable (por el ESP de serie). El Allure prescinde de los ADAS (lector de señales, sensor de luces altas, alerta de colisión, frenado autónomo, mantenimiento de carril y detector de fatiga).

Prestaciones
En prácticamente toda su gama (salvo el base denominado
Like), el 208 apela al conocido e histórico 1.6 aspirado, que gracias a distintos ajustes en la electrónica ahora produce 115 CV. Se trata de un impulsor doméstico, que tiene su mejor rendimiento en la zona baja del cuentavueltas y recibió algunas modificaciones para entrar en el vano motor de la flamante plataforma CMP.
Para comprobar si se ven afectadas (o no) las prestaciones del automático frente al manual, nos fuimos hasta la pista del Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires con nuestro aparato de mediciones. Comenzando por el cero a cien, mientras el automático necesitó 11,7 segundos, el manual bajó ese tiempo más de un segundo, con un registro de 10,6.