¿Cómo configurar un monitor Redragon 144 Hz para obtener una calidad de imagen óptima?

Si tenés un monitor

Redragon

144 Hz y querés aprovechar al máximo su rendimiento y calidad de imagen, no te pierdas esta guía paso a paso para configurarlo de manera simple y efectiva.

En el mundo de los videojuegos y la edición de imágenes, contar con un

monitor

que ofrezca una excelente calidad de imagen y un rendimiento fluido es crucial.

Los

<a id="search-term-link" href="https://listado.mercadolibre.com.ar/monitores">monitores

Redragon 144 Hz son opciones populares entre los entusiastas debido a su alta frecuencia de actualización y tiempo de respuesta rápido. Sin embargo, para aprovechar al máximo estas características, es esencial una correcta configuración del monitor.

En esta guía, te mostraremos cómo configurar tu monitor Redragon 144 Hz para obtener la mejor calidad de imagen.

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Configuración del monitor Redragon 144 Hz

Si acabás de comprar un monitor Redragon de 144 Hz, configurarlo correctamente es fundamental para aprovechar al máximo su rendimiento y calidad de imagen. Seguí los pasos que detallamos a continuación para ajustarlo de manera óptima.

Configuración de la tasa de refresco a 144 Hz

Por defecto, la mayoría de los sistemas operativos no activan los 144 Hz automáticamente, por lo que tenés que configurarlos manualmente. En Windows hacé clic derecho en cualquier parte del escritorio y seleccioná Configuración de pantalla.

Bajá hasta el final de la ventana y hacé clic en Configuración avanzada de pantalla. En esta sección, asegurate de seleccionar tu monitor Redragon en la lista de monitores conectados. Hacé clic en Propiedades del adaptador de pantalla para la pantalla 1 (o la correspondiente).

En la nueva ventana, andá a la pestaña Monitor. En el menú desplegable que dice Frecuencia de actualización de pantalla, seleccioná 144 Hz y aplicá los cambios.

Ajuste de resolución y escalado

La resolución es fundamental para aprovechar al máximo la calidad de imagen. Verificá que esté configurada en la resolución nativa de tu monitor (1920x1080 para Full HD o 2560x1440 para QHD).

Desde el mismo menú de Configuración de pantalla en Windows, buscá el apartado de Resolución. Asegurate de que esté configurada en la resolución recomendada.

Revisá el escalado en la misma ventana. Lo más común es que esté configurado en 100%, pero podés ajustarlo según tus preferencias si notás que los íconos o textos son demasiado grandes o pequeños.

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Activación de AMD FreeSync o NVIDIA G-Sync

Estas tecnologías mejoran la fluidez al sincronizar la tasa de refresco del monitor con los FPS generados por tu tarjeta gráfica. En el menú de configuración del monitor (accesible mediante los botones físicos), buscá la opción FreeSync y activala.

Si usás una tarjeta gráfica AMD, andá a la pestaña Pantalla y asegurate de que FreeSync esté activado. Si usás NVIDIA, en Pantalla > Configurar G-Sync, seleccioná la opción para habilitar G-Sync en el monitor compatible.

Configuración de brillo, contraste y color

Unos ajustes adecuados de brillo y contraste son esenciales para evitar fatiga visual y garantizar que la imagen sea clara. Accedé al menú OSD del monitor usando los botones físicos en la parte inferior o trasera.

Ajustá el brillo entre 50% y 70%, dependiendo de la iluminación de tu habitación. Configurá el contraste para que las áreas oscuras y claras sean claramente visibles sin saturación. Un valor entre 50 y 70 suele ser ideal.

En la sección de Temperatura de color, seleccioná 6500K para una representación precisa de los colores.

Personalización de modos de visualización

Los monitores Redragon suelen ofrecer modos predefinidos para diferentes usos. Probá el Modo Juego si estás jugando, o el Modo Película para ver contenido multimedia. Si preferís personalizarlo, configurá la Gamma en 2.2, que es el estándar para la mayoría de las pantallas.

Ajustá la nitidez a un nivel moderado para evitar que los bordes de las imágenes se vean artificiales.

Optimización del tiempo de respuesta

El tiempo de respuesta afecta la claridad de los objetos en movimiento. Para optimizarlo, en el menú OSD del monitor, buscá la opción Overdrive o Tiempo de respuesta.

Configurá esta opción en "Rápido" o "Ultra-Rápido" para minimizar el ghosting. Si notás artefactos visuales, bajá la configuración un nivel.

Uso de cables y conexiones adecuadas

Para garantizar que el monitor funcione a 144 Hz, necesitás usar un cable adecuado. Si tenés un cable DisplayPort, usalo, ya que es el más confiable para altas tasas de refresco y resoluciones.

Si usás HDMI, asegurate de que sea un

cable HDMI

2.0 o superior. Las versiones más antiguas podrían limitar la tasa de refresco.

Calibración avanzada de colores

Para obtener una imagen más precisa, usá herramientas de calibración. Podés usar las opciones de calibración integradas en Windows:

  • Abrí Configuración de pantalla y buscá la opción de Calibrar colores.

  • Seguí las instrucciones para ajustar gamma, brillo, contraste y balance de color.

Si querés resultados más precisos, podés usar dispositivos de calibración externa como un colorímetro.

Activación de funciones adicionales

Por último, revisá las funciones extra del monitor, como la Reducción de luz azul o el Modo Flicker-Free. Estas opciones son ideales para reducir la fatiga ocular, especialmente si pasás largas horas frente a la pantalla.

Solución de problemas comunes al configurar un monitor Redragon de 144 Hz

Durante la configuración de tu monitor Redragon de 144 Hz, pueden surgir inconvenientes que afecten el rendimiento o la calidad de la imagen. A continuación, te explicamos cómo resolver los problemas más frecuentes.

El monitor no muestra 144 Hz como opción

Este problema suele deberse al uso de un cable inadecuado o a configuraciones incorrectas en el sistema operativo.

Primero, asegurate de que estás utilizando un

cable DisplayPort

o HDMI 2.0 o superior, ya que versiones más antiguas no soportan tasas de refresco altas. Si el cable es correcto, verificá la configuración de pantalla en tu sistema operativo.

En Windows, revisá que la resolución y frecuencia de actualización estén configuradas correctamente en el menú avanzado de pantalla. Además, actualizá los controladores de tu tarjeta gráfica desde el sitio oficial de NVIDIA o AMD para garantizar la compatibilidad.

Problemas con el color o contraste

Si notás colores desbalanceados o una mala representación de las sombras y luces, es posible que el monitor no esté calibrado correctamente. Ingresá al menú OSD del monitor y restaurá la configuración predeterminada para asegurarte de que los valores de fábrica estén activos.

Si el problema persiste, calibrá manualmente el brillo, contraste y temperatura de color siguiendo las instrucciones del sistema operativo o usando herramientas de calibración profesional.

Pantalla parpadeante o con "tearing"

El parpadeo y el tearing son comunes cuando la tasa de refresco no está sincronizada con la tarjeta gráfica. Activá AMD FreeSync o NVIDIA G-Sync desde el menú del monitor y el software de tu tarjeta gráfica para eliminar estos problemas.

Si el monitor ya tiene estas funciones activas y el problema persiste, verificá que la sincronización vertical (V-Sync) esté habilitada en las configuraciones de tus juegos o aplicaciones.

La imagen se ve borrosa o con ghosting

El ghosting ocurre cuando los objetos en movimiento dejan un rastro detrás. Esto puede solucionarse ajustando la configuración de tiempo de respuesta en el menú del monitor.

Probá opciones como "Rápido" o "Ultra-Rápido", pero evitá configuraciones excesivamente agresivas si aparecen halos o artefactos visuales. Asegurate también de que el cable usado no tenga problemas de conexión.

El monitor no detecta señal o queda en negro

Si el monitor no muestra señal, revisá primero que el cable esté conectado firmemente tanto al monitor como a la tarjeta gráfica.

Intentá con otro puerto o cable si es posible. Si el problema persiste, comprobá que tu tarjeta gráfica esté configurada para usar la salida correcta. Reiniciá la

PC

y verificá en la configuración de la BIOS si el monitor está siendo detectado.

Resolución incorrecta o bordes cortados

Cuando la imagen no se ajusta correctamente a la pantalla, es posible que la configuración de escalado esté mal configurada. En Windows, ingresá al panel de configuración de pantalla y asegurate de que el escalado esté en 100% o en el valor recomendado.

En el caso de bordes cortados, revisá también el menú del monitor, donde podrías encontrar opciones como "Overscan" o "Aspect Ratio" que deben configurarse en modo automático o 1:1.

Latencia elevada en juegos

Si notás retraso al jugar, asegurate de desactivar cualquier opción de postprocesamiento innecesaria en el menú del monitor, como el modo de ahorro de energía.

Activá el modo de juego, que optimiza el rendimiento y reduce la latencia. Además, revisá que los drivers de tu tarjeta gráfica estén actualizados y que el overdrive esté correctamente configurado para minimizar el input lag.

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Conclusión

Configurar correctamente tu monitor Redragon 144 Hz es esencial para disfrutar de la mejor calidad de imagen y rendimiento. Siguiendo estos pasos, podrás optimizar la configuración de tu monitor para obtener imágenes claras, colores precisos y una experiencia de juego fluida.

Mantener una configuración adecuada no solo mejora tu experiencia visual diaria, sino que también maximiza el potencial de tu equipo para juegos y otras aplicaciones gráficas.