Footloose: original vs remake, dos épocas, un mismo ritmo
Desde Kevin Bacon a Kenny Wormald, repasamos cómo cambió Footloose entre versiones y qué queda igual: la energía para bailar.
Desde Kevin Bacon a Kenny Wormald, repasamos cómo cambió Footloose entre versiones y qué queda igual: la energía para bailar.
Portada Footloose
Cuando una película logra que el público se levante del asiento y se ponga a bailar, algo bien hizo. Eso pasó con
Footloose, todos a bailaren 1984, y volvió a pasar en 2011 con su remake. Dos generaciones distintas, pero un mismo mensaje: hay que moverse, aunque te digan que no.
En este artículo vamos a repasar qué cambió y qué se mantuvo entre ambas versiones. Desde el elenco hasta la música, desde la estética hasta el tono. Compará con nosotros y descubrí cuál te hace vibrar más: la clásica ochentosa o la relectura con aire moderno.
Footloose cuenta la historia de Ren, un adolescente que llega a un pueblo donde el baile y la música están prohibidos por ley. Enfrentándose a esa norma absurda, Ren busca devolverle a los jóvenes la libertad de expresarse con el cuerpo, el ritmo y la emoción.
Kevin Bacon como Ren
Tanto en la versión de 1984 como en la de 2011, el conflicto gira en torno al choque entre generaciones, la rebeldía adolescente y el poder transformador del arte. Lo que cambia es el contexto, pero la esencia se mantiene: bailar no es solo mover los pies, es decir “acá estoy”.
La historia tuvo tanto impacto porque tocó un tema universal: cómo las reglas rígidas pueden apagar lo más vital de la juventud. Footloose se volvió símbolo de eso. Y por eso, incluso décadas después, todavía nos hace querer saltar, girar y romper el silencio.
En plena era de los videoclips y los sintetizadores, Footloose (1984) se convirtió en un fenómeno cultural. Con Kevin Bacon como Ren, un chico de ciudad que llega a un pueblo conservador, la película mezcla drama adolescente, música pegadiza y una fuerte crítica al autoritarismo moral.
La historia toca temas como la censura, la pérdida, el duelo y el derecho a la expresión. Todo eso, enmarcado en coreografías espontáneas, desafíos adolescentes y una necesidad urgente de liberar energía contenida. Bailar era una forma de resistencia.
Ren y Willard bailan
La peli no solo fue un éxito en taquilla, sino que marcó a toda una generación. Aún hoy, esa mezcla entre emoción, transgresión y ritmo sigue resonando. Y eso la mantiene viva en la memoria colectiva.
Parte del encanto de Footloose está en cómo sus personajes y su estética reflejan el espíritu de los 80. Todo, desde la ropa hasta la música, transmite una energía rebelde, intensa y sincera que hoy se ve con nostalgia… pero también con admiración.
Ren (Kevin Bacon): con apenas 24 años, se convirtió en símbolo de rebeldía. Su actuación natural y su baile en el galpón lo volvieron leyenda.
Ren y Ariel bailan en una fiesta
Ariel (Lori Singer): la chica rebelde del pueblo, dividida entre su familia conservadora y sus ganas de vivir con libertad.
Reverendo Shaw (John Lithgow): el padre de Ariel, firme pero humano. Su transformación emocional es uno de los puntos más fuertes del guion.
Reverendo Shaw
Moda ochentosa total: jeans ajustados, camisas arremangadas, camperas de cuero y peinados con volumen. Cada look grita "1984".
Estilo visual directo: escenas de baile filmadas con mucha emoción, cámaras en movimiento y locaciones reales que aportan autenticidad.
Mensaje claro: lo personal es político. Bailar es más que diversión, es plantarse frente a lo que oprime.
A más de 40 años del estreno original, Footloose sigue presente en la cultura popular. La película fue mucho más que un éxito de taquilla: dejó una marca en el cine, la música y hasta el humor. Algunas de las homenajes y parodias que recibió a lo largo de los años incluyen:
El videoclip de “Footloose” con Kevin Bacon bailando por todo el pueblo se convirtió en ícono visual de los 80. Hasta hoy, es referencia obligada en cualquier lista de películas musicales.
En Guardianes de la Galaxia (2014), el personaje de Star-Lord menciona a Footloose como “la mejor historia de todos los tiempos”. Ese guiño renovó el interés de nuevas generaciones.
Series como Glee y Family Guy hicieron homenajes o parodias directas a la escena del galpón, replicando pasos de baile o exagerando el drama de forma divertida.
Ren baila en el galpón
En redes sociales, especialmente en TikTok, el tema “Footloose” volvió a viralizarse con nuevos challenges. El paso de Ren con las manos en los bolsillos y las patadas laterales sigue vigente.
Incluso Kevin Bacon, en 2020, recreó su coreo original desde su casa durante la cuarentena. El video se hizo viral y confirmó que Footloose no pasa de moda.
Casi tres décadas después, Footloose volvió con nueva cara y más pasos de baile. El remake de 2011 mantiene la esencia del original, pero adapta el tono, el ritmo y los personajes a una audiencia más contemporánea.
La historia es casi idéntica: Ren llega a un pueblo donde el baile está prohibido, pero no se queda quieto. La diferencia está en cómo se narra: el ritmo es más acelerado, las coreografías más pulidas y el conflicto se siente más emocional que ideológico. Es otra época, pero la misma necesidad de liberar energía.
Ren y Reverendo Shaw conversan
Con guiños al pasado y algunos cambios clave, el remake logra conectar con una nueva generación sin traicionar el espíritu de la versión original. Es Footloose con zapatillas nuevas.
Aunque muchos dudaban de un remake, Footloose (2011) logró ofrecer una versión fresca y respetuosa del clásico. Kenny Wormald toma el rol de Ren con una energía más relajada y un talento de baile que marca diferencia desde el inicio.
Ren (Kenny Wormald): más introvertido que el Ren de Bacon, pero con gran presencia física y mucha técnica de baile. Su perfil viene más del mundo de la danza que de la actuación.
Ariel (Julianne Hough): mantiene el espíritu rebelde del personaje, pero con más independencia y fuerza escénica.
Reverendo Shaw (Dennis Quaid): interpreta una versión más contenida del padre religioso, con menos rigidez y más humanidad.
El baile es más protagonista: las coreos están mejor producidas, con elementos de hip hop, breakdance y estilos urbanos.
La música se actualiza: se mezclan temas clásicos con nuevas versiones, incluyendo una reversión del hit “Footloose” a cargo de Blake Shelton.
El look general es más pulido: menos rebeldía ochentosa, más estética de videoclip moderno, sin perder el aire de pueblo chico.
Footloose 1984 y 2011 comparten el corazón de la historia: un chico que desafía reglas injustas a través del baile. Pero alrededor de ese núcleo, hay diferencias claras en tono, estilo y enfoque narrativo. Algunas de las principales son:
Tono del conflicto: En la original, el conflicto es más social y político. Hay un choque fuerte entre generaciones, con un trasfondo de censura, duelo colectivo y control moral. En el remake, ese choque existe, pero el foco está más puesto en lo emocional y lo personal.
Ren bailando
Personajes femeninos: En la versión original, Ariel está atrapada entre su padre y su deseo de libertad. En el remake, su personaje tiene más agencia: toma decisiones, enfrenta a los adultos y tiene más presencia en pantalla.
Adulto como “villano”: En 1984, el reverendo Shaw es una figura temida, casi inamovible. En 2011, Dennis Quaid le da más humanidad, mostrando dudas, contradicciones y hasta ternura. Esa suavización refleja el cambio de época: de la autoridad implacable a la figura paterna más emocional.
Reverendo Shaw en su sermón
Cambio de tiempo: Footloose 1984 habla del conservadurismo de la era Reagan, mientras que el remake refleja un mundo más plural, donde la rebeldía no es gritar, sino sostenerse firme en lo que uno cree, aunque sea bailando solo.
Detrás del drama, los pasos de baile y la música, hay un montón de datos curiosos que muestran cómo se hicieron ambas películas y qué detalles las conectan. Acá te dejamos algunos que seguro no conocías:
Kevin Bacon no fue la primera opción para el papel de Ren. Lo ofrecieron antes a Tom Cruise y Rob Lowe.
El famoso baile en el granero fue hecho por tres personas distintas: Kevin Bacon, un doble de riesgo y un bailarín profesional.
Ren bailando en el granero
La escena del ensayo en jeans fue improvisada. Bacon simplemente se puso a moverse mientras probaban luces y decidieron dejarlo.
El remake de 2011 fue dirigido por Craig Brewer, que venía de hacer Hustle & Flow (2005), una peli muy distinta y más urbana.
Zac Efron fue considerado para ser Ren en el remake, pero rechazó el papel para no hacer otro musical después de High School Musical.
La nueva versión mantiene algunos diálogos exactos del guion original, como guiño directo a los fans ochentosos.
El soundtrack original vendió más de 9 millones de copias. Fue uno de los álbumes más vendidos de la década del 80.
Elegir entre el Footloose original y el remake no es cuestión de cuál es mejor, sino de qué buscás al verlo. Si te gusta la nostalgia, los ochenta y una historia contada con pausa y emoción, la versión de 1984 es un clásico que vale la pena revivir. Y además, está disponible en Mercado Libre Play.
En cambio, si preferís un ritmo más actual, coreografías más modernas y una estética más pulida, Footloose 2011 puede ser una gran puerta de entrada. Tiene energía, respeto por el original y logra hablarle a una nueva generación.
Lo importante es que las dos películas celebran lo mismo: la necesidad de moverse, expresarse y romper reglas que ya no tienen sentido. Y si eso viene con buena música de fondo, mucho mejor.