El final de Nurse Jackie: lo amaron, lo odiaron... o ambos

El final de una serie puede dejar huella por muchas razones. En el caso de

(2009 a 2015), ese último episodio dejó a muchas personas con sensaciones encontradas, incómodas o incluso confundidas. Y no fue casualidad: la escena final, ambigua y cargada de tensión, fue pensada así desde el principio.

A lo largo del artículo vamos a contarte qué pasó en el cierre, cómo lo interpretó el equipo detrás de la serie y por qué generó tanta discusión entre quienes la vieron. También vamos a repasar qué hace tan especial a esta historia y cómo podés verla hoy sin pagar suscripción.

Desde su primer capítulo, Nurse Jackie dejó claro que no iba a seguir el camino típico de una serie médica. Su protagonista no era heroica, ni perfecta, ni predecible. Jackie Peyton, interpretada por Edie Falco, es compleja, contradictoria y muchas veces incómoda de ver. Y eso es justamente lo que hizo que tanta gente se enganchara.

Por eso, su final no podía ser sencillo ni tranquilizador. La serie eligió cerrar fiel a su estilo: dejando preguntas abiertas, emociones intensas y una escena final que todavía hoy genera debate. Para entender por qué causó tanto impacto, vale la pena volver al comienzo.

Jackie Peyton trabaja como enfermera en el sector de emergencias de un hospital en Nueva York. Es eficiente, rápida y comprometida con sus pacientes. Pero al mismo tiempo, oculta una adicción a los analgésicos, una vida personal caótica y muchas decisiones cuestionables.

La serie no busca hacerla quedar bien ni mal: simplemente la muestra como una persona real, con luces y sombras. Y esa mirada tan humana es lo que hace que, cuando llega el final, muchas personas no sepan bien cómo sentirse. Porque Jackie no es fácil de encasillar, ni su historia tiene un cierre clásico.

A diferencia de muchas series del mismo género, Nurse Jackie no gira en torno a cirugías espectaculares ni a romances dramáticos entre médicos. Acá, lo importante no es el caso clínico del día, sino la vida interna de una persona que cuida a otros mientras lucha por mantenerse en pie.

El tono es más crudo, directo y realista. Hay momentos de humor ácido, situaciones incómodas y decisiones difíciles que no siempre tienen una resolución clara. En vez de idealizar la profesión, la serie muestra el desgaste emocional, las contradicciones y las pequeñas batallas del día a día. Eso la vuelve única y, al mismo tiempo, difícil de encasillar.

El último episodio de Nurse Jackie, titulado “I Say a Little Prayer”, cerró la séptima temporada con una escena que dejó a muchas personas en silencio frente a la pantalla. Luego de varias recaídas, conflictos familiares y profesionales, Jackie parece encontrar cierto equilibrio… hasta que, en los últimos minutos, todo vuelve a girar.

La serie termina con Jackie en el hospital, tendida en el piso, inconsciente, después de haber consumido una dosis fuerte de heroína. A su alrededor, sus colegas intentan reanimarla. La cámara se queda con su rostro. Hay una línea final en voz en off. Y después: pantalla en negro.

No se dice claramente si muere o sobrevive. No hay una escena posterior, ni explicaciones. Esa decisión—dejar el desenlace abierto—fue tan celebrada como criticada, y es justamente lo que generó tantos debates en redes, foros y medios desde entonces.

La ambigüedad acerca de la muerte de Jackie fue completamente intencional. Edie Falco—quien ya había interpretado a personajes complejos como Carmela Soprano—dijo en entrevistas que le gustó no saber qué pasaba realmente con Jackie. Lo mismo expresaron guionistas y directores: la historia de Jackie siempre fue gris, y su final no podía ser blanco o negro.

Este tipo de cierre deja la interpretación en manos de quien mira. ¿Fue un castigo? ¿Un círculo que se repite? ¿Un momento más en su lucha interminable? Lo que está claro es que, como toda la serie, el final incomoda, sacude y se queda dando vueltas en la cabeza.

El equipo detrás de Nurse Jackie habló en varias entrevistas sobre el final de la serie. Para ellos, no se trataba de dar una respuesta cerrada, sino de ser coherentes con el tono que venían construyendo desde el inicio. La ambigüedad fue una decisión narrativa que buscaba reflejar la complejidad del personaje y su historia.

Algunas declaraciones destacadas:

Estas voces muestran que el objetivo no era escandalizar ni confundir, sino mantener la coherencia con un personaje lleno de matices, que nunca fue fácil de definir.

El final de Nurse Jackie no dejó a nadie indiferente. Mientras que muchas personas lo sintieron fiel al estilo de la serie, otras se frustraron por la falta de una resolución concreta. Las redes y foros se llenaron de interpretaciones, dudas y emociones encontradas que siguen dando vueltas incluso años después.

Quienes valoraron el final suelen destacar que refleja la realidad de una lucha como la de Jackie: no siempre hay respuestas claras ni cierres felices. Para estas personas, el desenlace fue coherente con lo que la serie mostró desde el principio: una vida marcada por contradicciones, recaídas y búsquedas personales sin manual.

Por otro lado, muchos se sintieron decepcionados. Algunos comentaron que el cierre fue confuso, abrupto o directamente anticlimático. Hubo quienes esperaban un final más claro, con una confirmación explícita sobre el destino de Jackie o algún tipo de mensaje más contundente. 

También hubo quienes interpretaron la frase final —“Estás bien”— como una referencia directa a la oración que Jackie repetía a lo largo de la serie: “Por favor, Dios, haceme buena.” Para estas personas, esa conexión emocional fue suficiente como cierre, incluso sin una resolución explícita.

Además de las reacciones del público, varios medios analizaron el cierre de Nurse Jackie desde distintos enfoques. Algunos lo vieron como un final valiente y emocionalmente honesto, mientras que otros cuestionaron la decisión de no brindar una respuesta clara sobre el destino de Jackie. La crítica, al igual que la audiencia, quedó dividida.

Hay series que se olvidan rápido y otras que se quedan dando vueltas mucho después de que terminan. Nurse Jackie pertenece a este segundo grupo. Su final, lejos de cerrar todas las puertas, deja espacio para pensar, discutir e interpretar. Y eso, en cierta forma, también es una forma de cuidar a un personaje tan humano como complejo.

Si te dan ganas de volver a verla o descubrirla por primera vez, la serie completa está disponible en

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