¿Cómo configurar tu monitor LG 144 Hz para obtener el mejor rendimiento?

Contar con un

monitor

de alto rendimiento como el LG 144 Hz puede marcar la diferencia. Para que puedas aprovechar al máximo sus capacidades, acá te explicamos cómo puedes hacer para realizar la configuración adecuada.

Los

monitores

LG de 144 Hz son una herramienta excepcional para gamers, diseñadores o cualquier personas que busque una experiencia visual fluida y de alta calidad. 

Sin embargo, para poder aprovechar al máximo esta tecnología, es esencial configurarlo de forma correcta, y así explotar al máximo los beneficios de este monitor.

Si no sabés cómo hacerlo, ¡no te preocupes! Acá te contamos cómo podés optimizar tu monitor LG 144 Hz para disfrutar de un rendimiento óptimo en cada uso.

Antes de empezar, es fundamental que te asegures de que tu hardware y conexiones soporten los 144 Hz de frecuencia de actualización.

Verificá que tu

PC

tenga una tarjeta gráfica que pueda bancarse los 144 Hz a la resolución nativa de tu monitor. 

Las tarjetas modernas, como las NVIDIA GeForce GTX/RTX o AMD Radeon RX, generalmente son compatibles.

Los monitores LG de 144 Hz necesitan cables DisplayPort 1.2 o superior, o HDMI 2.0 o superior, para soportar esta tasa de refresco. Si usás un cable antiguo o de baja calidad, la frecuencia de actualización podría limitarse a 60 Hz.

Muchas veces, tu monitor LG puede no estar configurado a 144 Hz. Si eso pasa, no te preocupes. Seguí estos pasos para asegurarte de que está funcionando al tope:

Los monitores LG vienen con un menú interno que te permite tunear varios aspectos para mejorar tu experiencia visual. Si querés hacerlo, acá te dejamos algunos tips para que los ajustes:

Adaptá estos valores a las condiciones de luz de tu ambiente. Te recomendamos que no abuses del brillo porque puede cansarte la vista.

Muchos monitores LG tienen modos preconfigurados como “Juego”, “Película” o “Lectura”. En función de lo que hagas, podés elegir el modo indicado.

Seteá el tiempo de respuesta en “Rápido” o “Muy rápido” para evitar el ghosting (ese efecto molesto de sombras).

Confirmá desde el menú del monitor que esté configurado en 144 Hz.

Una vez que hayas configurado el monitor, también es importante que ajustes los drivers de la tarjeta gráfica.

Muchos monitores LG 144 Hz son compatibles con G-Sync (de NVIDIA) o FreeSync (de AMD), que eliminan el tearing y mejoran la fluidez en juegos.

Consultá el manual de tu monitor para asegurarte de que soporta estas tecnologías. Saberlo desde el comienzo va a evitar que tengas inconvenientes más adelante.

Entrá al menú y activá G-Sync o FreeSync según corresponda.

Activá estas funciones desde los ajustes de tu tarjeta gráfica.

Si buscás colores más reales o simplemente querés ajustar la calidad visual, es clave que calibres el monitor. 

Tené en cuenta que para hacerlo podés usar herramientas integradas o programas externos.

Escribí “Calibración de colores” en la barra de búsqueda y seguí las instrucciones del asistente.

Herramientas como CalMAN o DisplayCAL te ayudan a conseguir una calibración profesional.

No es obligatorio, pero sí recomendable, especialmente si usás el monitor para diseño, edición o actividades donde la precisión del color sea importante. Una calibración correcta mejora la calidad visual y hace que los colores sean más fieles a la realidad.

Ahora que tenés todo configurado, es momento de que pruebes que todo esté funcionando al 100%.

Usá webs como TestUFO para chequear que tu monitor esté operando a 144 Hz y para detectar posibles problemas de ghosting o tearing.

Probá con juegos como Cyberpunk 2077 o Call of Duty para testear la fluidez.

Aunque configurar tu monitor LG a 144 Hz es ideal para gaming, tené en cuenta que según la actividad que realices vas a necesitar ajustes específicos para poder aprovechar al máximo su rendimiento.

Activá el modo “Juego” desde el menú del monitor, asegurándote de habilitar tiempos de respuesta rápidos y sincronización adaptativa (FreeSync o G-Sync). 

También te recomendamos que reduzcas el brillo para sesiones prolongadas o si jugás en un entorno oscuro, ya que el contraste puede ser clave para detectar detalles en las sombras.

La calibración de colores se vuelve indispensable. Utilizá herramientas como DisplayCAL o el asistente de calibración integrado en Windows para ajustar el gamma y los niveles RGB. 

También podés activar un modo que priorice la reproducción cromática, como “Cine” o “Foto”.

Ajustá el brillo y el contraste para adaptarse a la iluminación ambiental. Los modos predefinidos como “Película” o “Vívido” son ideales para obtener una experiencia visual inmersiva.

Como sucede con cualquier dispositivo electrónico, es común que te encuentres con inconvenientes técnicos. Acá te contamos cuáles son algunos de los problemas más frecuentes y cómo podés resolverlos.

Verificá que el cable sea compatible (DisplayPort 1.2 o HDMI 2.0) y que esté conectado a la tarjeta gráfica, no al puerto de video integrado. También, confirmá que la configuración en el sistema operativo esté ajustada a 144 Hz.

Este problema puede ser causado por una conexión floja o un cable defectuoso. Probá con otro cable o puerto. Además, asegurate de que los controladores de la tarjeta gráfica estén actualizados.

Si notás colores apagados o demasiado saturados, realizá una calibración de color manual o utilizá software especializado. Muchas veces, restaurar los ajustes de fábrica también soluciona este problema.

Podés verificar la frecuencia de actualización desde la configuración de pantalla de tu sistema operativo. En Windows, hacé clic derecho en el escritorio, seleccioná Configuración de pantalla > Configuración de pantalla avanzada y comprobá que esté configurado a 144 Hz. También podés usar herramientas en línea como TestUFO para confirmar que el monitor funciona correctamente.

Para mantener tu monitor LG en condiciones, te recomendamos que le hagas un buen mantenimiento en forma periódica.

Usá un paño de microfibra y productos específicos para pantallas. Te recomendamos que evites usar líquidos abrasivos y no presiones la pantalla mientras la limpias.

Conectá tu monitor a un protector de tensión para evitar daños durante cortes de luz o picos de voltaje.

Colocá el monitor en un lugar ventilado, lejos de fuentes de calor o humedad. Si no lo usás por mucho tiempo, cubrilo para evitar que acumule polvo.

Consultá regularmente la página oficial de LG para verificar si hay actualizaciones de firmware disponibles para tu modelo. Esto puede ayudarte a corregir errores y mejorar la compatibilidad con otros dispositivos.

Como te contamos, una buena configuración de tu monitor LG 144 Hz es fundamental para que puedas aprovechar al máximo su rendimiento. 

Si sigues nuestras recomendaciones, vas a lograr una experiencia visual de primera, ya sea para trabajar, jugar o mirar películas. 

No te olvides de mantener los drivers actualizados y cuidar tu equipo para que te dure muchos años. ¿Estás listo para disfrutar de tu monitor al máximo?