Cómo elegir el mejor aire acondicionado

En el extenso catálogo de electrodomésticos que ofrecen las tiendas, se encuentran numerosos modelos que, a simple vista, comparten similitudes notables. Sin embargo, los expertos señalan que las discrepancias técnicas internas son cruciales.

La habilidad para interpretar estas diferencias resulta fundamental, ya que depender únicamente del precio o del diseño podría resultar en la adquisición de un dispositivo con baja eficiencia energética y poco adecuado para las necesidades individuales.

Aunque un aparato pueda parecer atractivo por su precio accesible o ciertas comodidades, es crucial comprender que podría representar una carga excesiva en las facturas de luz durante toda su vida útil, que abarca 10 o 15 años.

Para prevenir estas sorpresas, así como para garantizar un ahorro tanto de dinero como de energía a largo plazo, se aconseja revisar estos detalles fundamentales antes de decidirse por un electrodoméstico. Estos factores son fácilmente accesibles en las etiquetas obligatorias de eficiencia energética que acompañan a los productos. 

El primer paso es determinar la potencia necesaria del equipo de

, expresada en kilovatios (kW), la cual se detalla en la etiqueta de eficiencia.

Es crucial realizar este cálculo de manera precisa para evitar gastos innecesarios al adquirir un aparato con capacidad excesiva o instalar un sistema de aire acondicionado demasiado pequeño, que operará bajo presión y requerirá más tiempo del deseado para alcanzar la temperatura deseada.

La capacidad recomendada depende del tamaño de la habitación a climatizar. Proporciona una tabla de referencia:

La guía también aclara que la capacidad requerida puede variar según el clima de la zona y aumentará en función del número de ventanas y la superficie que ocupen, ya que estas aberturas reducen la capacidad de aislamiento térmico de los espacios.

Se destaca la importancia de consultar a un profesional para obtener asesoramiento sobre el equipo más adecuado según las necesidades y características específicas de las habitaciones a climatizar.

Cada

acondicionador de aire

disponible en el mercado argentino está obligado a llevar una etiqueta estandarizada que asigna una letra para indicar su nivel de eficiencia energética.

En resumen, este pequeño adhesivo informa si el dispositivo es de los que más consumen electricidad para proporcionar la misma cantidad de frío, si se encuentra entre los más eficientes en términos de ahorro energético, o si está en algún punto intermedio.

Hasta hace poco, se utilizaba una escala que abarcaba las clases D (para la eficiencia mínima), C, B y A (para la máxima eficiencia). Sin embargo, debido a los avances tecnológicos, una nueva norma IRAM introdujo en 2019 las clases A+, A++ y A+++ para los aires acondicionados divididos o split, y esta información se ha incorporado en las tiendas.

A partir de diciembre de 2021, los aires acondicionados certificados con la antigua etiqueta de eficiencia energética iniciaron un periodo de transición hacia la nueva versión, el cual alcanzó su forma definitiva en 2022. 

En la actualidad, en el territorio nacional, se encuentra vedada la comercialización de aires acondicionados que posean niveles de eficiencia inferiores a la categoría A cuando operan en el modo frío.

Sin embargo, en lo que respecta al modo calor, el Gobierno permite la venta de acondicionadores clasificados con las letras C y B, los cuales durante el invierno consumen significativamente más energía que los clasificados como A. En el mercado actual, abundan los aires con eficiencia A-C, es decir, aquellos que ostentan una clasificación de A o superior en el modo frío pero C en el modo calor.

Por esta razón, aquellos que tienen la intención de utilizar el equipo también para la calefacción deberían prestar atención y considerar este dato, que se encuentra en la etiqueta de eficiencia, aunque en un lugar secundario, sin colores y sin el mismo énfasis que la clasificación de eficiencia en refrigeración.

En la actualidad, los aires acondicionados más eficientes y recomendados para la compra son aquellos que ostentan la etiqueta de clase A o superior tanto en modo frío como en calor, y que, además, están equipados con la tecnología

Inverter

.

La distinción radica en que los modelos tradicionales están equipados con compresores de tipo on-off, los cuales se encienden y apagan repetidamente. Estos sistemas operan alternando entre trabajar a plena potencia (hasta alcanzar la temperatura deseada) y detenerse por completo (cuando se logra la temperatura deseada).

Las condiciones climáticas desempeñan un papel crucial al determinar tus necesidades energéticas, lo cual repercute directamente en el tipo de unidad de aire acondicionado que deberías considerar.

En regiones de climas cálidos y húmedos, se recomienda optar por un

climatizador

evaporativo en lugar de un aire acondicionado convencional. La eficacia de los climatizadores evaporativos no demanda una cantidad significativa de energía. 

Además, otro aspecto a tener en cuenta al elegir un sistema climático es la duración del uso previsto de la unidad. Si vivís en una zona de clima templado y planeas utilizar el aire acondicionado solo durante dos meses al año, sería prudente adquirir un modelo que incluya un sistema de recuperación de calor integrado (HRV).

También es relevante considerar las funciones de modo reposo y ahorro de energía, especialmente si tu

no cuenta con estas características incorporadas (aunque algunas ya las incluyen). En el modo reposo, el ventilador se apaga una vez que la temperatura alcanza el nivel deseado y solo se reactiva durante 2 horas por si alguien siente frío durante la noche. Además, opera de manera silenciosa en este modo. Por otro lado, el modo de ahorro de energía cumple su función al limitar el consumo de energía según las horas y temperaturas preestablecidas.

Finalmente, resulta conveniente contar con funciones de autolimpieza si considerás que limpiar tu aire acondicionado manualmente es una tarea engorrosa. El aire acondicionado

por ejemplo, incorpora un modo de auto limpieza que utiliza los módulos de agua del aire para eliminar polvo, suciedad y otras impurezas con tan solo presionar un botón.

Cuando se enfrenta a la decisión de qué aire acondicionado comprar, es esencial seleccionar el adecuado para satisfacer sus necesidades específicas. Existen diversas opciones, desde sistemas centrales hasta unidades portátiles y sistemas divididos. 

Aquí se detalla lo que caracteriza a cada tipo:

Un

se instala en la vivienda y se conecta directamente a los conductos que recorren toda la casa. Esto garantiza una refrigeración uniforme en todas las habitaciones, evitando la necesidad de enfriar cada espacio de manera individual.

Aunque reduce la humedad en toda la casa, proporcionando un ambiente más cómodo, su alto consumo de energía se refleja en facturas elevadas. Además, su eficiencia puede disminuir si surgen problemas en los conductos.

Un aire acondicionado portátil ofrece la flexibilidad de ser trasladado de una habitación a otra o de un lugar a otro según sea necesario. Es una elección conveniente para quienes alquilan apartamentos o reciben con frecuencia a invitados que no planean quedarse lo suficiente para citas regulares de mantenimiento.

Su movilidad sin necesidad de instalación permanente es una ventaja, siendo eficaz para refrigeración puntual. Sin embargo, son ruidosos durante su funcionamiento y pueden tener dificultades para enfriar espacios grandes.

Los

emplean dos unidades separadas (una interna y otra externa), colaborando para brindar un único punto de control del termostato dentro de la vivienda. Esto elimina la necesidad de ajustar diferentes configuraciones en termostatos separados.

La instalación es sencilla sin requerir conductos extensos, permitiendo el control de la temperatura en cada habitación. Sin embargo, una sola unidad mini-split sin conductos podría no ser suficiente para refrigerar residencias grandes.

Un aire acondicionado de ventana incluye todos sus componentes y expulsa el calor desde el exterior mientras insufla aire frío en el interior, generalmente a través de una ventana o un orificio en la pared.

Estas unidades son a menudo más asequibles y económicas de operar, fáciles de instalar y mantener, y no ocupan mucho espacio. No obstante, pueden generar ruido durante su funcionamiento y son visibles desde el exterior, y no todos los tipos de ventanas son compatibles con ellos. Además, algunos no son apropiados para ventanas abatibles o de formas irregulares.

En resumen, la elección del mejor aire acondicionado implica considerar diversos factores, desde la capacidad de enfriamiento hasta la eficiencia energética y las características innovadoras. Evaluar las necesidades específicas, el tamaño del espacio, el clima local y las funciones adicionales es esencial para tomar una decisión informada.

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