¿Cómo funciona la bicicleta eléctrica?

Sin dudas vale la pena conocer a fondo esta gran alternativa de movilización que de a poco empieza a ser la norma para los consumidores. Tanto en ciudades como en entornos rurales, cuentan con varias ventajas y características únicas de este tipo de medio de transporte.

Es probable que te llamen la atención las bicicletas eléctricas, ya sea por su sostenibilidad, movilidad, o eficiencia. Cada vez se presentan más como una alternativa interesante a los medios de transporte de toda la vida. En esta guía te contamos todo sobre las ebikes, su funcionamiento, y ventajas, para que las conozcas a fondo y elijas la mejor para vos.

es un vehículo que lleva incorporado una batería capaz de almacenar energía. Suele estar hecha de plomo, de níquel e hidruro metálico, o de ion-litio. Además incluye otros elementos que las diferencian de las bicicletas convencionales, como su motor eléctrico y sensor torque. 

El motor de la ebike es su componente más importante y te ayuda a pedalear y circular. Este obtiene su energía de una batería recargable montada en la bici. El motor funciona a través de la cadena y los engranajes del vehículo. Solamente se mueve si pedaleamos, es decir que ayuda en lugar de impulsarte por sí mismo. 

La potencia que proporciona el motor se regula según la fuerza con la que se pedalea y el nivel de asistencia que se haya seleccionado. Cuando pedaleás, el sensor mide el esfuerzo que realizás y lo ajusta a la potencia del motor. Este cuenta con un controlador que te permite elegir el grado de asistencia que deseás. Además controla el nivel de la batería, y puede venir con una pantalla con navegación.

El sensor torque de una

bicicleta

eléctrica detecta y evalúa la presión que ejerce el ciclista sobre los pedales. En función de ello, requiere al motor que entregue la potencia necesaria en cada momento. Es decir que si el ciclista aplica poca fuerza pedaleando, el motor responderá con poca potencia. Y si se aplica mucha fuerza, habrá una mayor potencia en el motor.

Funciona como un factor multiplicador de la fuerza que ejerce el ciclista, y pide al motor una respuesta directamente proporcional a esa fuerza. El nivel de asistencia seleccionado en el display determinará la sensibilidad del sensor.

La principal ventaja del sensor de par es que optimiza mejor el consumo de batería. Esto es porque activa el funcionamiento del motor sólo si es necesario, y lo hace liberando la potencia necesaria. Otra ventaja es que tiene una reacción muy rápida a la pedaleada. El tiempo de activación del motor para asistir al ciclista es casi instantáneo, por lo que la pedaleada se siente más natural.

Las bicicletas eléctricas ofrecen numerosas ventajas para la movilidad sostenible. Han ganado popularidad en los últimos años por varias razones. Aquí te presentamos algunas de sus principales ventajas:

Las bicicletas eléctricas más normales de ver en el día a día son las de paseo. Estas son las que más se utilizan para desplazarse por la ciudad. Sin embargo, es posible que le estés buscando otro uso a tu bici eléctrica. En ese caso, querrás ir por un modelo distinto a las que más se ven en la calle.

También existen bicis eléctricas de otro tipo, como las de estilo mountain-bike. Estas están diseñadas para que se usen en travesías más desafiantes, y terrenos más complicados que los que tenemos en la ciudad. Incorporan un motor de asistencia en el pedaleo que es muy útil en lugares con cuestas grandes.

Siempre hay que pensar en el tipo de actividad que haremos y los lugares que recorreremos con la bici antes de elegir la mejor bicicleta eléctrica para uno. Lo más probable es que con una de paseo estés bien, pero si pensás llevarla a un lugar con terreno más difícil o para realizar actividades deportivas, quizás te convenga una bicicleta eléctrica de montaña.

La batería de una bicicleta eléctrica se recarga conectándola a una toma de corriente mediante el cargador específico suministrado. Es fundamental prestar atención y seguir cuidadosamente las instrucciones proporcionadas por el fabricante para realizar una carga adecuada.

El proceso de carga debe llevarse a cabo con el cargador correspondiente y no utilizar cargadores que no estén diseñados para esa batería específica. Esto puede provocar daños en la batería o incluso ser peligroso. Tampoco es aconsejable dejar la batería conectada a la toma de corriente durante períodos prolongados una vez que ya esté completamente cargada.

Exceder los tiempos de carga recomendados por el fabricante puede afectar negativamente la vida útil de la batería. Si se sobrecarga la batería, es posible que se degrade más rápido o que su capacidad de almacenar energía se reduzca con el tiempo.

La duración de la carga de una bicicleta eléctrica depende de dos factores clave: la capacidad de la batería y el tipo de cargador que se utilice. En términos generales, el proceso de carga completa suele llevar entre 3 y 6 horas.

La capacidad de la batería determinará cuánta energía puede almacenar y, por lo tanto, cuánto tiempo se necesita para recargarla por completo. Las baterías de mayor capacidad requieren más tiempo para alcanzar su carga completa, mientras que las de menor capacidad se cargan más rápido.

El tipo de cargador utilizado también influye en el tiempo de carga. Algunas bicicletas eléctricas vienen con cargadores más potentes, lo que acelera el proceso de recarga. Sin embargo, es fundamental asegurarse de usar un cargador compatible y recomendado por el fabricante para evitar dañar la batería.

La autonomía de una bicicleta eléctrica es altamente variable. Esta depende de diversos factores, como el modelo específico, la capacidad de la batería y la forma en que se utiliza. En general, con una carga completa, estas bicicletas deberían recorrer entre 40 y 100 kilómetros.

El modelo de la bicicleta eléctrica juega un papel fundamental en la autonomía que ofrece. Algunos modelos están diseñados para optimizar la eficiencia energética y, por lo tanto, pueden proporcionar un mayor alcance por carga. Otros modelos pueden tener características más potentes que consumen más energía, lo que afecta la distancia que se puede recorrer con una carga completa.

Además, el tipo de uso que se le dé a la bicicleta eléctrica afectará su autonomía. Si se utilizan niveles altos de asistencia eléctrica constantemente o si se enfrenta a terrenos montañosos y desafiantes, la batería se descargará más rápidamente. Al utilizar la asistencia eléctrica de manera más moderada o en terrenos planos, se puede extender el alcance de la bicicleta eléctrica por carga.

Las bicicletas eléctricas brindan una amplia variedad de ventajas que las hacen atractivas para los usuarios. Una de las principales ventajas es su mayor autonomía y velocidad en comparación con las bicicletas convencionales. Gracias al motor eléctrico, los ciclistas pueden recorrer distancias más largas y alcanzar velocidades más altas con menor esfuerzo físico.

La asistencia eléctrica que proporciona el motor facilita el pedaleo, lo que resulta especialmente beneficioso para personas que no tienen una condición física óptima. También contribuyen a la sostenibilidad ambiental: al operar con un motor eléctrico, estas bicicletas no emiten gases contaminantes.

Además, el uso de bicicletas eléctricas también puede hacerte ahorrar mucho dinero. Al reemplazar viajes en automóvil o el uso del transporte público en ciertos trayectos, se reduce la necesidad de gastar en combustible o en boletos de transporte. A largo plazo, esto puede resultar en un significativo ahorro de dinero.

Las bicicletas eléctricas ofrecen un conjunto de ventajas atractivas. Estas incluyen mayor autonomía y velocidad, menor esfuerzo físico, reducción de emisiones contaminantes y ahorro en gastos de transporte. Esto hace que sean una buena opción para los que buscan una forma eficiente, sostenible y económica de moverse por la ciudad.

¡Conseguí tu bicicleta eléctrica y disfrutá al máximo de tus trayectos diarios!