Descubre cómo solucionar problemas comunes en
Samsung: desde pantallas negras hasta parpadeos, con pasos fáciles y efectivos.
Los monitores Samsung son sinónimo de calidad y rendimiento, ya que la insignia asiática trabaja duro para brindar una experiencia visual superior ya sea para entretenimiento, trabajo o videojuegos. Sin embargo como puede ocurrir con cualquier dispositivo, puede experimentar alguna falla técnica que afecte su buen funcionamiento.
Es por eso que en este artículo iremos abordando los diferentes problemas que pueden surgir con sus respectivas soluciones, ya que tener este conocimiento puede ahorrarte mucho tiempo y dinero, además de mejorar la vida útil del
.

Problemas de conexión
Los problemas de conexión en los monitores son de los más comunes y se pueden deber a diversas razones como pueden ser cables defectuosos o mal conectados, puertos que pueden estar dañados o ser incompatibles o mismo tener una configuración incorrecta de la
.
Desde cables desgastados con el tiempo o daños físicos, hasta el deterioro de los puertos, tanto del monitor como el de la computadora, pueden ser la razón principal, además de verse perjudicado por configuraciones incorrectas o una inserción incorrecta de los cables que afectan la transmisión de la señal.
Verificación de cables y conexiones
Una correcta conexión y la calidad de los cables son elementos esenciales para que el monitor funcione de forma óptima.
Inspecciona físicamente los cables: Asegurate de que no haya daños visibles en ninguno de los cables HDMI, DisplayPort o USB.
Conexiones firmes: Verificá que los cables se encuentren conectados correctamente tanto en el monitor, como en el dispositivo fuente.
Uso de cables de alta calidad: Es muy importante tener en cuenta que los cables estén certificados y de buena calidad.
Configuración de entrada de video
A veces el inconveniente puede ser más sencillo de lo que parece, ya que una incorrecta entrada en el monitor puede ser el detonante de que el funcionamiento del monitor no sea el correcto. Para asegurarte que esté bien:
Accede al menú del monitor: Debes utilizar los botones físicos del monitor para ingresar al menú de configuración.
Selecciona la fuente correcta: Allí buscar la opción que diga "Input" o "Fuente" y seleccionar la entrada que se esté utilizando (HDMI, DisplayPort, entre otros).
Confirma la selección: Una vez seleccionada la entrada correcta, confirma la configuración y verifica si la imagen aparece en pantalla.
Problemas de pantalla
Los problema de pantalla pueden deberse a diversos factores como parpadeos, píxeles muertos, pantallas en blanco o negro o distorsión de la imagen, como así también pueden estar causados por interferencias de software o electrónicas. La solución puede darse con ajustes de configuraciones o mismo con reparación o reemplazo de componentes que se encuentren daños.
Pantalla negra o sin imagen
Que los usuarios experimenten que su monitor se quede en negro o sin señal, es más frecuente de lo que se imagina y es sumamente frustrante ya que este no proporciona ninguna indicación visual y puede dar la impresión de que el daño sea permanente.
A continuación, algunos de los pasos para poder diagnosticar y solucionar este problema:
Verifica la fuente de energía: Asegúrate que el monitor se encuentre enchufado a una fuente de energía y que el interruptor esté activado.
Prueba con otro dispositivo: Conectá el monitor a otro dispositivo y así descartá problemas en el puerto de salida o con la tarjeta gráfica.
Reinicia el monitor: Desconéctalo de la corriente, espera unos minutos y volvé a encenderlo.
Resolución incorrecta
Esto suele darse a través de configuraciones adecuadas en el sistema operativo, controladores desactualizados o incompatibilidad del monitor con la tarjeta gráfica y esto puede generar imágenes desproporcionadas o borrosas. Para poder ajustar la resolución:
Accede a la configuración de pantalla: En Windows, desde "Configuración de pantalla". En Mac, ve a "Preferencias del Sistema" y luego a "Pantallas".
Selecciona la resolución adecuada: Es importante asegurarse que la seleccionada coincida con la resolución nativa
Aplica los cambios: Guarda la configuración y verifica si se ve la mejoría en la calidad de imagen.

Problemas de color y brillo
Este tipo de problemas puede manifestarse con tonos apagados, brillo desigual o colores distorsionados y se emparentan con fallos por configuraciones incorrectas, interferencias electromagnéticas, cables defectuosos o fallos en el panel de la pantalla.
Ajuste de brillo y contraste
Este es un aspecto
para poder garantizar que la experiencia visual no solo sea precisa, sino también cómoda, evitando la fatiga ocular por el excesivo brillo o un contraste mal configurado que lleva a no poder percibir los detalles de las imágenes o de los textos. Para realizar el ajuste:
Accede al menú del monitor: Utiliza los botones del monitor para poder acceder al menú de configuración.
Ajusta el brillo y el contraste: Busca las opciones y según tus preferencias ajústalas. Se recomienda brillo al 50% y contraste al 70%.
Calibración adecuada: Considerá utilizar herramientas de calibración de color para obtener una representación precisa.
Colores distorsionados
Si te encontrás con este problema es que puede que no esté bien calibrado, los controladores gráficos se encuentren desactualizados o que esté fallando el panel del monitor. Si esto suceda para solucionarlo deberás:
Configura el perfil de color: Desde el menpu del monitor buscar el perfil de color predefinido que más se adecue a tus necesidades.
Usa software de calibración: En caso de que siga el inconveniente, utilizá un software para calibrar el color y allí ajustar los niveles RGB
Problemas de parpadeo o intermitencia
A pesar de que no es de los problemas más frecuentes, no deja de ser un inconveniente muy común y esto puede estar causado por errores en la configuración de la frecuencia de actualización. Dentro de las afecciones se ve modificada la experiencia visual, como así también genera fatiga ocular.
Causas comunes de parpadeo
El parpadeo puede estar causado por fallos en la fuente de alimentación, interferencias eléctricas o controladores desactualizados, por nombrar solo algunos. Poder identificarlo para resolverlo será esencial para mejorar la estabilidad de la pantalla y además proteger la vista.
Incompatibilidad de frecuencia de actualización: Asegúrate de que la tasa de refresco del monitor esté configurada correctamente en el sistema operativo.
Interferencias electromagnéticas: Es importante que matengas otros dispositivos electrónicos alejados del monitor evitando así interferencias.
Actualización de controladores
Los controladores de gráficos son los encargados de garantizar el rendimiento óptimo no solo del monitor, sino también de la computadora. Que estos se encuentren desactualizados lleva a que existan problemas de parpadeo, resoluciones erróneas y hasta distorsión en los colores. Para mantenerlos actualizados:
Descarga los controladores más recientes: Desde el sitio web del fabricante de tu tarjeta gráfica se descargan e instalan los controladores recientes.
Utiliza software de actualización automática: Existen también software que buscan y actualizan automáticamente los controladores.
Consejos generales para mantener tu monitor en buen estado
Poder lograr mantener el monitor en buen estado va emparentado con la realización de pequeñas prácticas sencillas, además de contar con estabilizadores de corriente que puedan evitar daños del mismo. Llevar esto adelante prolongará la vida útil de tu monitor y también te asegurará un óptimo rendimiento.
Limpieza regular: Es muy importante la limpieza de la pantalla con un paño de microfibra, acompañado de un limpiador adecuado para monitores.
Evita sobrecalentamiento: Debe colocarse en monitor en un sitio que se encuentre bien ventilado, evitando exponerlo de forma directa al sol.
Protección contra sobretensiones: Es de vital importancia contar con un protector de sobretensión, ya que este evita daños por picos de energía.
Actualiza firmware y controladores: Mantener actualizados los dispositivos para que puedan brindar el mejor rendimiento.
Evita presionar la pantalla: No presiones de forma excesiva o golpees la pantalla, ya que se pueden ir dañando los paneles LCD o LED.
¿Cuándo acudir a un profesional?
En caso de haber llevado adelante todas las soluciones a los problemas mencionados y que estos persistan, o mismo sospechar que el daño puede ser interno, es pertinente recurrir a un técnico profesional con la capacidad de poder arreglarlo o la opción más segura que es la de llevar el monitor a un centro de servicio autorizado Samsung.

Conclusión
Ningún monitor se encuentra exento de afrontar problemas comunes y es por eso que es muy importante poder identificarlos y llevar adelante las soluciones. Por eso, esperamos que esta guía haya servido de ayuda para que puedas solucionar los inconvenientes más sencillos y seguir aprovechando aprovechar al máximo tu monitor.