Guía de compra de almohadas: Materiales y tamaños

Elegir la

almohada

adecuada es crucial para garantizar una buena noche de sueño. Ya sea por una cuestión de comodidad, o por una de salud, es fundamental conocer qué puntos se deben considerar a la hora de elegir una nueva almohada.

La almohada correcta no solo mejora la calidad de tu descanso, sino que también puede prevenir dolores en el cuello, la espalda y otros problemas de salud relacionados con el sueño, acompañado de un

acorde. 

En esta guía, exploraremos los diferentes materiales y tamaños de

almohadas

disponibles en el mercado, así como los factores que tenés que considerar para hacer la mejor elección.

El tipo de material con el que está confeccionada la almohada puede no sólo mejorar tu experiencia significativamente; sino también la durabilidad y hasta si puede producir algún tipo de alergia o no.

Conocé los distintos materiales para tomar una decisión informada a la hora de comprar tu próxima almohada.

La espuma de memoria se adapta a la forma de tu cabeza y cuello, proporcionando un soporte personalizado. Este tipo de almohadas alivia los puntos de presión, mejora la alineación de la columna y es ideal para quienes sufren de dolores en el cuello y la espalda.

En el mercado actual, la más recomendada por los usuarios es la de la marca Sleeptime, línea memory foam, modelo clásico recto. El material con el que está confeccionada es poliuretano viscoelástico, lo que permite que no pierda la forma.

Es importante considerar que puede retener calor, lo que podría ser incómodo para algunas personas. Además, suele ser más cara que otros tipos de almohadas.

El látex es un material natural que ofrece un soporte firme y duradero. Es resistente a los ácaros del polvo y al moho, lo que lo hace ideal para personas con alergias. Además, mantiene su forma durante más tiempo. Entre las más elegidas está la desarrollada por NaturalFoam, modelo 100% látex natural, que tiene como plus que es eco friendly.

Este tipo de almohadas pueden ser más caras y pesadas en relación con otros materiales. Algunas personas pueden ser alérgicas al látex natural, por lo que es importante considerar estos factores antes de adquirir tu próxima almohada.

Estas almohadas están rellenas de plumas y plumón de aves acuáticas, ofreciendo una sensación suave y lujosa. Son muy versátiles y moldeables, lo que permite ajustar la altura y el soporte según tus necesidades.

Las más reconocidas en el mercado son las desarrolladas por la marca Pierre Cardin, especialista en blanquería, siendo el modelo el

Duvet

Premium. Está confeccionada en 100% algodón, 244 hilos y son hipoalergénicas.

Cabe destacar que este tipo de almohadas no son adecuadas para personas alérgicas a las plumas. Por otra parte, es importante considerar que requieren de una conservación regular para mantener su forma y esponjosidad.

Confeccionadas en materiales como poliéster, estas almohadas son una opción asequible y fácil de mantener. La mayoría de los modelos son hipoalergénicos y se pueden lavar en el lavarropas. Además, suelen ser más económicas.

Sin embargo, pueden perder su forma y soporte más rápidamente que otros materiales. Un modelo ideal de esta almohada es la desarrollada por la marca Piero, modelo Top hotel.

Éstas incorporan gel en su diseño para ofrecer una sensación de frescura y comodidad. Ayudan a regular la temperatura, lo que es ideal para personas que tienden a levantar temperatura durante la noche.

Como contra, es que pueden ser más pesadas y caras que otras opciones. Además, la durabilidad del gel puede variar. Un ejemplo de este tipo de almohadas no tan vistas es la desarrollada por Theramart, modelo Theraside TM 230.

En el mercado actual existen cientos de opciones de almohadas, que se diferencian no sólo por los materiales, como mencionamos en el apartado anterior, sino también por el tamaño de las mismas. 

Esta podrías ser otra forma de elegir la almohada correcta, ya sea para que entre en el ancho de tu

cama

, o bien para que te brinde comodidad a la hora de dormir si sos de los que se mueven mucho, para evitar que tu cabeza no tenga un soporte adecuado.

Conocé las diferentes posibilidades para elegir la que más responda a tus necesidades:

La dimensión de estas almohadas es aproximadamente de 50 x 70 cm. Está recomendada para camas

individuales

y dobles. Son versátiles y se adaptan bien a la mayoría de las personas.

Las almohadas queen miden aproximadamente 50 x 75 cm. Son ideales para

camas

queen y king size, ya que son amplias y cómodas.

Ofrecen un poco más de longitud, lo que puede ser beneficioso y más cómodo para personas que se mueven mucho durante la noche. 

Las almohadas King tienen una dimensión aproximada de 50 x 90 cm. Son perfectas para camas king size; porque proporcionan un amplio espacio para moverse y son ideales para quienes prefieren una almohada grande.

Las almohadas de lactancia, o cuerpo, son reconocidas por sus dimensiones: las mismas son aproximadamente de 50 x 150 cm.

Son las más adecuadas para personas que duermen de lado o para mujeres embarazadas. Ofrecen soporte adicional para el cuerpo y las piernas. También puede ser ideal para determinadas situaciones, como por ejemplo, para amamantar, para tener una mejor postura a la hora de hacer esta actividad.

Antes de comprar tu próxima almohada, es importante que tengas en cuenta distintos factores que pueden ser cruciales para tener una buena postura a la hora de dormir, que sea cómoda, y también que sea lo más duradera posible, sin perder la forma de la misma.

Además, es importante que consideres si tenés alergias, y la transpirabilidad de la misma, para garantizar que tu momento de descanso sea el mejor posible.

Previo a elegir tu próxima almohada, tené en cuenta la posición que adoptás al dormir, ya que hay determinadas características que pueden ayudarte a tener un mejor descanso.

Por ejemplo, las almohadas para quienes duermen de lado, es aconsejable que sean almohadas firmes y altas, que mantengan tu cabeza alineada con tu columna. 

Mientras que para quienes duermen boca arriba, lo ideal es elegir una almohada de altura media, que soporte la curva natural del cuello. Finalmente, quienes duermen boca abajo pueden elegir una almohada suave y baja, para minimizar la tensión en el cuello.

Si tenés problemas de salud, es muy importante cuidar la postura a la hora de dormir. En ese sentido, es fundamental conocer cómo pueden influir las almohadas en este punto, y qué mirar a la hora de elegir una.

Existen almohadas para el dolor de cuello: las ideales son las de espuma de memoria y las de látex, ya que ofrecen un soporte personalizado. Mientras que, si sufres de dolor de espalda, es importante que consideres una almohada ortopédica que mantenga la alineación adecuada de la columna.

Finalmente, las almohadas ideales para quienes tienen apnea del sueño son las de cuña, ya que pueden ayudar a elevar la cabeza y mejorar la respiración.

Tené en cuenta que para encontrar esa almohada que te contribuya a un mejor descanso y sea eficaz, debés considerar tus preferencias personales. Por un lado, el nivel de firmeza, que varía desde suave hasta muy firme. La elección depende de tu comodidad y necesidades de soporte.

Mientras que, la altura de la almohada debe ajustarse a tu posición al dormir y a la alineación de tu columna. 

Finalmente, es importante que consideres la sensibilidad a alergias: Optá por materiales hipoalergénicos como la fibra sintética o el látex si tenés problemas de salud de este tipo.

Para que tu almohada esté siempre en buenas condiciones, es fundamental que tengas determinados cuidados y le hagas un mantenimiento periódico. Tené en cuenta las siguientes sugerencias:

Elegir la almohada adecuada es fundamental para tu bienestar general. Una buena almohada no solo mejora la calidad de tu sueño, sino que también puede prevenir problemas de salud a largo plazo. 

Considerá los materiales, tamaños y factores específicos que hemos explayado en esta guía para hacer una elección informada. También tené en cuenta el colchón y la ropa de cama que usarás, como

y sábanas, que marcarán la diferencia en tu descanso.

Y recordá: invertir en una buena almohada es una garantía de salud y bienestar. ¡Descansá bien!