¿Qué significa que vibre el volante del auto al frenar?
Aunque parezca un detalle menor, esto puede esconder problemas graves en los frenos, la suspensión o la dirección del vehículo.
Aunque parezca un detalle menor, esto puede esconder problemas graves en los frenos, la suspensión o la dirección del vehículo.
En condiciones normales, los autos están diseñados para ofrecer una conducción suave y estable. Los sistemas de dirección asistida, como la hidráulica o la eléctrica, ayudan a reducir el esfuerzo al maniobrar y eliminan prácticamente cualquier vibración perceptible en el volante.
Por eso, cuando se presenta una vibración al frenar, lo primero que hay que saber es que no se trata de algo normal, sino que es una advertencia que emite el vehículo. Este factor, que suele sentirse con mayor intensidad en ruta o al desacelerar desde velocidades medias o altas, pueden tener múltiples causas.
Comprender por qué el volante tiembla al frenar es crucial para mantener la seguridad del vehículo, evitar un mayor desgaste de piezas y no poner en riesgo a quienes viajan en él. A continuación, descubrí los motivos más frecuentes de este síntoma, cómo identificarlos y qué hacer en cada caso.
Los pasos a seguir si el volante comienza a vibrar al detener el auto / Crédito: Unsplash
Una de las causas más habituales de la vibración del volante al detener el auto está relacionada con los discos de freno. Estas piezas, que trabajan en conjunto con las balatas, sufren un gran desgaste con el uso, y con el tiempo pueden deformarse por exceso de temperatura, corrosión o por estar mal instalados.
Cuando los discos están deformados o con irregularidades, la presión de las balatas no se distribuye de manera uniforme, lo que genera un efecto de tambor durante el frenado. Este efecto se transmite al volante en forma de sacudidas, especialmente al frenar desde velocidades altas.
Te puede interesar:
Autos eléctricos 2025: todos los modelos que llegarán a la Argentina este añoAnte esta situación, es importante acudir cuanto antes a un taller para revisar el estado de los discos. En algunos casos pueden rectificarse, es decir, volverlos planos mediante un torno, pero si el desgaste es avanzado, será necesario reemplazarlos.
Otro punto a revisar es el estado de las pastillas de freno. Estas piezas son las que ejercen fricción directa sobre el disco, y si están gastadas de forma desigual, cristalizadas o sucias (por ejemplo, con grasa o líquido de frenos), también pueden provocar vibraciones.
Cambiar las pastillas si ya cumplieron su ciclo de vida útil, generalmente entre los 25.000 y 60.000 km dependiendo del uso, o realizar una limpieza y desengrasado del sistema pueden ser soluciones sencillas que eviten mayores problemas.
Inconvenientes y factores que tenés que tener en cuenta si el volante vibra al detener tu auto / Crédito: Pexels
Aunque a veces se asocia con la dirección, muchas de las vibraciones que se sienten al volante tienen que ver con el estado de las ruedas. Cuando un neumático tiene menos presión de la recomendada, está mal balanceado o tiene un desgaste irregular, se puede generar una inestabilidad al frenar, especialmente si se trata del tren delantero.
Además, si los neumáticos están mal montados, tienen deformaciones internas o sufrieron un impacto, también podrían provocar el mismo síntoma. Ante esto, hay que revisar las presiones con un manómetro, balancear las ruedas en un centro especializado y controlar la alineación si el desgaste es desparejo.
La suspensión es otro sistema crítico a revisar cuando el volante vibra al frenar. Rótulas desgastadas, amortiguadores vencidos, bujes rotos o un tren delantero en mal estado pueden generar una transmisión directa de vibraciones al volante cuando se somete al vehículo a fuerzas bruscas como el frenado.
Te puede interesar:
Chery Himla: precio y diseño de la pickup china que busca pelear en un competitivo segmentoEn esta situación, acudir a un mecánico para revisar todos los componentes de la suspensión es indispensable. Si el auto tiene más de 100.000 km o si suele circular mucho por caminos en mal estado, esta revisión es todavía más importante.
En el caso de los
autos usados, las vibraciones al frenar pueden ser más comunes, sobre todo si no se le hizo un mantenimiento previo al coche. Muchos compradores no detectan estos problemas en la primera prueba de manejo, pero luego descubren que el volante vibra al frenar.
Es por eso que, si estás por comprar un auto usado, una prueba de manejo con atención a las vibraciones, ruidos y comportamiento del volante es esencial. También es recomendable revisar los frenos, la dirección y la suspensión por un mecánico de confianza antes de concretar la compra.
Los autos usados requieren una atención especial a este tipo de fallas y problemáticas / Crédito: Pexels
Aunque los motivos ya mencionados son los más comunes, existen otras razones menos frecuentes que también pueden explicar la vibración del volante al frenar el auto. Algunos pueden ser:
Problemas en el eje de transmisión: en autos con tracción delantera o integral, una falla en este lugar puede hacer que el volante tiemble. Esto podría deberse a una junta homocinética dañada o falta de lubricación.
Desperfectos en los rulemanes: si los rodamientos de rueda están dañados, se pueden generar vibraciones, aunque en general no son específicas del frenado.
Desbalance de llantas: si el plomo de una rueda se perdió, o si el neumático fue mal montado, se pueden producir vibraciones incluso a bajas velocidades.
Problemas en la dirección asistida: en casos excepcionales, una falla en la bomba de dirección hidráulica también puede ocasionar vibraciones.
Te puede interesar:
Nuevo Kia K3 en Argentina: precio y características del modelo que desembarcó en el paísNo lo ignores, debido a que una vibración al frenar puede parecer algo menor, pero a largo plazo puede ser síntoma de un problema grave que comprometa la seguridad del vehículo.
Revisá los frenos, porque es el primer sistema a controlar. Discos y pastillas tienen que estar en buenas condiciones, con desgastes uniformes y sin contaminantes.
Controlá neumáticos y dirección. Balanceo, alineación y presión de los neumáticos pueden ser los culpables si la vibración no proviene del sistema de frenos.
Si el problema persiste, visitá un taller para realizar un escaneo de todos los sistemas del vehículo.
Autor: Marco Espósito