10 mejores libros de Voltaire

En esta nota, exploraremos las joyas literarias que Voltaire nos legó, sus mejores

libros

que desafiaron las convenciones de su época y siguen inspirando a lectores de todo el mundo.

La literatura universal ha sido enriquecida a lo largo de los siglos por la pluma de numerosos escritores talentosos, pero pocos han dejado una huella tan indeleble como Voltaire. François-Marie Arouet, conocido en todo el mundo como Voltaire, fue un filósofo, ensayista y novelista del siglo XVIII cuya influencia en la Ilustración y el pensamiento crítico perdura hasta nuestros días. Sus obras, llenas de ingenio, sátira y profundidad, nos invitan a cuestionar el status quo y a reflexionar sobre la sociedad, la religión y la política.

Desde sus mordaces críticas a la intolerancia religiosa hasta su humor ácido y su aguda observación de la naturaleza humana, nos adentraremos en el fascinante mundo de Voltaire y descubriremos por qué sus obras continúan siendo relevantes y apreciadas en la actualidad.

La obra literaria conocida como

data de 1723. De acuerdo con las propias palabras de Voltaire, este poema fue concebido como un tributo a la vida de Enrique IV de Francia y celebra sus hazañas.

Aunque su enfoque aparente recae en el asedio de París en 1589, llevado a cabo por Enrique III junto a Enrique de Navarra, quien más tarde se convertiría en Enrique IV, sus temas subyacentes se centran en los males paralelos del fanatismo religioso y la división civil. Asimismo, aborda la situación política imperante en Francia.

Voltaire tenía la intención de ser el equivalente francés de Virgilio, y para lograrlo, superó a su maestro al mantener la acción de la obra confinada principalmente entre París e Ivry, en línea con el principio aristotélico de la unidad de lugar, más característico de la tragedia clásica que de la epopeya.

es una obra satírica de origen francés que vio la luz por primera vez en 1759.

La narrativa arranca con la figura de un joven llamado Cándido, quien lleva una existencia resguardada en un paraíso similar al Edén y está siendo instruido con una perspectiva optimista influenciada por la filosofía de Leibniz a través de su mentor, el profesor Pangloss.

El relato describe el abrupto fin de esta vida idílica y, a continuación, la lenta y dolorosa desilusión que experimenta Cándido al enfrentarse a las enormes adversidades del mundo. Voltaire cierra "Cándido" con un mensaje que, si bien no rechaza abiertamente el optimismo leibniziano, aboga en su lugar por un principio profundamente pragmático: "debemos cuidar nuestro propio jardín", en contraposición al lema de Pangloss, inspirado en Leibniz, de que "todo es para lo mejor en el mejor de los mundos posibles".

es un relato de naturaleza filosófica escrito por Voltaire, que vio la luz por primera vez en 1747 bajo el seudónimo de Memnon. Posteriormente, fue expandido con unos pocos capítulos adicionales y publicado de nuevo en 1748 bajo el título que conocemos actualmente.

De acuerdo con Longchamp, quien fungía como secretario de Voltaire, la inspiración para escribir esta breve novela, que también se cataloga como un cuento de corte filosófico, surgió durante las reuniones sociales en Sceaux, en las cuales participaba la duquesa de Maine. Fue en ese contexto que Voltaire se sintió motivado a crear esta obra, que ha experimentado múltiples ediciones desde su primera publicación en 1747. Además, Voltaire prefirió mantenerse en el anonimato como autor, considerándola simplemente como una "travesura literaria".

, escrito en relación a la muerte de Jean Calas y el juicio que tuvo lugar en Toulouse (Documentos Originales sobre el Fallecimiento de los Señores Calas y la Sentencia Pronunciada en Toulouse), es una obra que vio la luz en el año 1763.

En esta composición, Voltaire aboga por la promoción de la tolerancia religiosa y arremete contra el fanatismo religioso, en particular, el de los jesuitas, bajo cuya tutela recibió su educación temprana. En su obra, Voltaire señala y critica todas las creencias infundadas que rodean a las religiones.

El

es una obra enciclopédica que se publicó en el año 1764. Los artículos, dispuestos en orden alfabético, a menudo ofrecen críticas hacia la Iglesia Católica Romana, el judaísmo, el islam y otras instituciones religiosas.

La primera edición, que se lanzó en junio de 1764, llevaba por título "Dictionnaire philosophique portatif". Esta edición inicial constaba de 344 páginas y comprendía 73 artículos. Posteriormente, las versiones posteriores se ampliaron y se publicaron en dos volúmenes, abarcando un total de 120 artículos.

Las ediciones iniciales del diccionario se publicaron de manera anónima en Ginebra, a través de la editorial de Gabriel Grasset. Debido a la naturaleza controvertida del contenido del "Diccionario", Voltaire eligió a Grasset en lugar de su editor habitual para asegurar su propio anonimato.

Este diccionario representó un proyecto que abarcó toda la vida de Voltaire y se considera la culminación de sus perspectivas sobre temas como el cristianismo, la existencia de Dios, la moral y otros asuntos relevantes.

A través de "Micromegas", Voltaire nos conduce, siguiendo a su protagonista extraterrestre, a explorar vastos espacios cósmicos, imaginando visitas a planetas lejanos antes de llevarnos de vuelta a nuestra querida Tierra.

En este fascinante y reflexivo viaje, Voltaire tenía la intención de inspirarnos a meditar sobre sus preocupaciones fundamentales de la época. ¿Cómo podemos comprender la posición del ser humano en el inmenso cosmos y qué conocimiento podemos extraer de este encuentro? Cuando el universo alcanza su apogeo, la conducta humana se ve influenciada de manera rápida por la interacción entre la razón y la irracionalidad.

es un relato filosófico que se dio a conocer en 1748, en el estilo de la narrativa oriental. Este cuento sirve como un espejo de la sociedad de la época de Voltaire y permite encubrir, a través de la ficción, las críticas veladas de Voltaire hacia la capital francesa, utilizando Persépolis como su metáfora. En este sentido, emplea la novedosa técnica del "ojo nuevo", que ya había sido utilizada previamente por Montesquieu en sus "Lettres persanes".

Ituriel, un ángel que preside sobre el imperio mundial, encomienda una misión a Scythe Babouc, el protagonista de la historia. Babouc debe observar Persépolis (que en realidad representa a París) y a sus habitantes, quienes son señalados como los culpables de todos los males, con el fin de decidir si Ituriel debe destruir o castigar a esta ciudad.

presenta a dos pretendientes: Amazan, un pastor, y Formosante, la princesa de Babilonia. A través de las vicisitudes que experimentan estos personajes, Voltaire emplea el humor para transmitir sus opiniones y críticas sobre temas como la religión, la naturaleza humana y las diversas sociedades de su época. Desde esta perspectiva, esta historia se encuentra en total consonancia con los principios filosóficos de la Ilustración.

El padre de Formosante está en búsqueda de un esposo adecuado para su hija. La alta sociedad de la época desfila hacia el palacio, incluyendo al faraón de Egipto y su buey Apis, el rey de la India, el gran khan de los escitas y un apuesto forastero que se hace llamar Amazan.

representa una contribución al análisis histórico de esta época gloriosa.

La ambición de Voltaire no radica en simplemente examinar los pormenores de los acontecimientos, sino en identificar rasgos duraderos, proporcionar una percepción del espíritu de la época, establecer principios generales y, en última instancia, ofrecer una reflexión sobre la naturaleza humana.

La primera edición, que posteriormente se amplió, se publicó en 1751. A lo largo de muchos años, el autor ha ampliado su investigación con lecturas que busca enriquecer con testimonios personales, experiencias presenciadas y relatos escuchados, todo ello con el propósito de enriquecer la vivacidad de su narrativa.

En 1766, a la edad de 72 años, Voltaire presentó

, una ingeniosa invitación a explorar el vasto mundo de la filosofía. En este trabajo, se burló de figuras como Descartes, Spinoza y Leibniz, manifestando su oposición hacia el primero y elogios por las ideas de Pierre Bayle y John Locke.

Voltaire, en su calidad de crítico, dirige sus censuras principalmente hacia el enfoque sistemático de los filósofos, que contrasta con su propio personaje de Pangloss. A diferencia de estos pensadores, el "Filósofo Ignorante", que es Voltaire mismo, no oculta sus propias contradicciones: reconoce la posibilidad de ser tanto deísta como profundamente escéptico. Admite que los principios morales, al igual que todas las ideas, se adquieren a través de los sentidos, y aún así sostiene la existencia de una moral universal y natural fundamentada en Dios.

En resumen, las obras de Voltaire son auténticos tesoros literarios que perduran en el tiempo, desafiando las convenciones y estimulando la reflexión crítica. Sus escritos, llenos de inteligencia y provocación, continúan siendo fuentes de inspiración para quienes buscan entender y mejorar el mundo que los rodea.

Ahora que hemos explorado estos libros fundamentales de Voltaire, te invitamos a sumergirte en su mundo. ¿Te gustaría experimentar la genialidad de Voltaire por vos mismo? ¡No busques más! 

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