¿Conviene comprar en una propiedad en la costa?

La costa atlántica argentina ha sido, desde hace décadas, un destino predilecto para quienes buscan descanso, recreación y una conexión con la naturaleza. En los últimos años, la tendencia de adquirir propiedades en esta región ha cobrado fuerza, no solo como un espacio para vacacionar, sino también como una inversión estratégica.

es una decisión que combina lo emocional con lo financiero. Tener un lugar propio para descansar cada verano sigue siendo un ideal para muchas familias argentinas. Pero también puede transformarse en una inversión rentable, sobre todo si se aprovecha el alquiler turístico durante la temporada alta.

Hoy, con una economía marcada por una inflación desacelerada, menores restricciones cambiarias y nuevas líneas de crédito hipotecario en marcha, muchos inversores se preguntan si vale la pena apostar por una propiedad de verano. Y la respuesta dependerá de varios factores: ubicación, tipo de inmueble, perfil del público y rentabilidad proyectada.

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Mar del Plata combina infraestructura urbana, vida cultural y playa, lo que la convierte en el destino más elegido año tras año. Siendo la segunda ciudad más grande de Buenos Aires, es ideal para quienes buscan movimiento, variedad de propuestas y una inversión con alta rotación turística.

Durante el verano, Mar del Plata recibe a familias de clase media, jóvenes que viajan en grupo, atraídos por la actividad nocturna, jubilados y hasta contingentes estudiantiles. Gracias a su oferta diversa, es un destino activo todo el año: feriados largos, vacaciones de invierno y fines de semana reciben turismo constante. 

Esta temporalidad se complementa en temporada baja con la fuerte presencia de estudiantes de la zona que se mudan allí durante el año para estudiar en las universidades locales.

En cuanto a los

, los departamentos son los más demandados, en especial aquellos de uno y dos ambientes. Esta tipología puede ser atractiva tanto para un grupo de amigos durante unas vacaciones como para un estudiante. De esta forma, la unidad se puede alquilar durante todo el año.

Pinamar es sinónimo de playa, bosque y una estética cuidada. El perfil del comprador aquí suele buscar una experiencia más tranquila y sofisticada, lo que eleva el valor de las propiedades, pero también permite fijar alquileres más altos.

En temporada, Pinamar atrae a familias de clase media-alta y alta, con fuerte presencia de turistas provenientes de CABA, zona norte del GBA y algunas provincias. En invierno, el movimiento baja notablemente, aunque algunos propietarios la usan como escapada de fin de semana.

Las propiedades más demandadas son las

con parque y pileta, aunque también hay muchas búsquedas de departamentos en el centro.

Cariló mantiene su mística exclusiva. Entre calles de arena, casas de diseño y un entorno boscoso frente al mar, este destino es uno de los más codiciados de la costa. El nivel de desarrollo inmobiliario es controlado, lo que mantiene el valor de las propiedades.

Año a año, Cariló recibe principalmente a familias con alto poder adquisitivo y es común ver propietarios que pasan la temporada completa. La actividad fuera del verano es muy baja, lo que la convierte en un lugar más para disfrute personal que para alquiler todo el año. En esta localidad del partido de Pinamar se pueden encontrar en

de estilo rústico-chic y cabañas boutique así como otras más modernas y lotes amplios.

Villa Gesell conserva su identidad popular y su espíritu joven. Aunque no es la más buscada por quienes invierten en propiedades premium, sigue siendo una opción accesible con alta demanda de alquileres en verano.

Jóvenes, estudiantes, familias numerosas y turistas que buscan vacaciones más económicas son el público que visita esta ciudad todos los años. La temporada fuerte es enero, donde se llena de vida, mientras que en febrero y marzo baja la intensidad.

En

pequeños, dúplex o cabañas cerca del centro abundan. Es una opción atractiva para quienes buscan invertir con menor presupuesto inicial.

Ubicada entre Pinamar y Mar de Ajó, en el kilómetro 380 de la Ruta 11, Costa Esmeralda es un desarrollo privado que se transformó en un fenómeno en los últimos años. Con 17 barrios, más de 4.000 lotes y una amplia infraestructura de servicios y actividades, ofrece un entorno natural, seguro y con acceso directo a la playa. 

Combina naturaleza, seguridad y estilo de vida moderno. La infraestructura incluye canchas deportivas, golf, servicios premium y acceso privado a la playa.

La frecuentan familias jóvenes y adultos de clase alta que buscan exclusividad y tranquilidad. Muchos propietarios la usan tanto en verano como en escapadas de fin de semana durante el resto del año. Su comunidad crece cada temporada y hay una creciente demanda para alquiler temporario y permanente.

Por ser un desarrollo que floreció en los últimos años, allí se pueden encontrar en

de diseño moderno, con construcción reciente. También hay demanda por lotes para construir

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La decisión de invertir en una propiedad de verano no solo depende del deseo de tener un lugar propio para vacacionar, sino también de factores económicos:

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Antes de decidir invertir en una propiedad de verano, es importante tener en cuenta:

Invertir en una propiedad de verano en la costa argentina puede ser una decisión acertada si se consideran todos los factores involucrados. La demanda sostenida, la posibilidad de generar ingresos por alquiler y el disfrute personal son aspectos positivos. Sin embargo, es fundamental analizar la situación financiera personal, los costos asociados y las tendencias del mercado para tomar una decisión informada.

Autor: Inés Soler